Acabo de llegar a casa. Vengo del dentista. No puedo hablar, tengo media boca dormida, colgante, pesada, viscosa, surrealista, completamente deformada como un reloj daliniano, …
Cuatro y cuarenta y siete de la mañana. Suena el teléfono. Alejandra responde antes del segundo tono. No está durmiendo, sino sentada frente al ordenador, …