La espiritualidad en lesbianas es posible, pero hay una cierta confusión de términos. Primera, porque ser espiritual no implica seguir una religión organizada, ni siquiera creer en el más allá. En segundo lugar, porque lo que diga la jerarquía de una confesión no invalida nuestras creencias, si las tenemos. Hay a quien le puede ayudar, y quiero explicar por qué.

Por qué la espiritualidad en lesbianas puede ser positiva

La espiritualidad en lesbianas se puede manifestar de varias maneras, pero, más que lo externo, aquí me interesa la vivencia interior. Para muchas personas, la creencia en la trascendencia proporciona herramientas valiosas para el día a día. Da igual que sea una religión organizada, meditación o New Age, lo que importa es cómo se vive. Y, aunque haya muchos prejuicios, ser lesbiana no influye en ser más o menos espiritual y/o creyente. Así que aquí doy algunas razones por las que la espiritualidad puede ayudar: 

1. Ejercita la sororidad

Hay prácticas espirituales que nos permiten ejercitar la sororidad, o la camaradería entre mujeres. Los círculos de mujeres, por ejemplo, ayudan a ello. Generalmente, no se hace una distinción, pero ahora ya se están creando grupos específicos para lesbianas. Hablé antes de los espacios seguros y sus pros y contras, pero, bien gestionados, permiten desarrollar la empatía. Por lo tanto, es una posibilidad de desarrollar esa capacidad, que siempre es positiva. 

2. Conexión con lo importante

La conexión con una misma es, probablemente, uno de los principales activos de la espiritualidad. Se habla a veces de un viaje interior, y en cierta manera es cierto. Entendernos nos permite conectar con nosotras mismas, pero, sobre todo, con aquello que realmente tiene importancia en la vida. Estamos en una sociedad con mucho ruido y eso, fácilmente, nos puede despistar de los principales objetivos. Por eso, la espiritualidad, vivida de una forma sana, ayuda a lograr los objetivos que nos propongamos.  

3. Encontrar un sentido vital

El sentido vital es otra de las ventajas de tener una fe espiritual. La angustia vital tiene mucho que ver con la falta de sentido vital, o pensar que, simplemente, estamos ahí por nada. Precisamente, la espiritualidad puede ayudar a entender el papel o la misión vital de una persona. Y esto, bien gestionado, es un combustible para el día a día. Por eso, hay personas espirituales que son muy felices porque no sienten miedo a la nada. Es verdad que una persona atea o no religiosa puede encontrar también un sentido, pero la espiritualidad suele facilitarlo.  

4. Comprensión

Una espiritualidad auténtica, permite una comprensión interna y aceptación. ¿Por qué? Porque, cuando se cree en un ser superior o en una fuerza primigenia, se entiende que no hay nada malo en ser como somos. Esta comprensión no es solo general, sino también hacia nosotras mismas. Por esa razón, muchas personas creyentes LGTBIQ+ pueden sentirse mejor. 

La espiritualidad en lesbianas, por muchas razones, puede ser un valor positivo. Y, aunque es algo muy personal, no hay por qué obviar que existe en millones de mujeres de nuestra comunidad. ¿Tú cómo vives esto? Déjame tu opinión en los comentarios.