Los espacios seguros para lesbianas también existen y, en algunos casos, son una opción interesante. No obstante, no es oro todo lo que reluce y también hay que ver sus riesgos. Aquí hago una lista de pros y contras.

Los espacios seguros para lesbianas, una oportunidad bien utilizada

No nos engañemos: existen espacios seguros para lesbianas porque tenemos una problemática específica. Si pudiéramos ser asertivas siempre, sin riesgos y sin señalamientos, es posible que estos perdieran su razón de ser. Pero, como sucede con otras minorías, es un concepto que tiene que existir.

El concepto de espacio seguro se utiliza, hoy en día, de forma genérica: se busca que el lugar de trabajo o de estudio lo sea para evitar la discriminación. Sin embargo, yo voy un paso más allá y hablo de aquellos lugares que están concebidos específicamente como lugares para que nosotras nos podamos expresar; puede ser un círculo de mujeres, una asociación de lesbianas, un centro de meditación, grupos de tertulia artística o, simplemente, un grupo de amigas.

Y es aquí donde te digo que ese concepto tiene sus pros y sus contras. Vamos a echar un vistazo sin prejuicios de cada caso para que sepas dónde te metes: 

Ventajas de los espacios seguros para lesbianas

La primera ventaja, obvia, de los espacios seguros, es que permiten que nos expresemos con libertad. Y eso, para empezar, es bueno, porque son una oportunidad para ser lo que somos. Al final, y esto ya se estudió en la Pirámide de Maslow, tenemos necesidades de reconocimiento

Otra ventaja de estos espacios es que se comparten experiencias con personas afines o que han pasado por situaciones similares. Esto es importante, porque esto nos ayuda a abrirnos y a ver que lo que nos pasa les sucede a otras. Si has salido del armario hace poco tiempo, eso suele ayudar bastante porque verás que no se cae el mundo. 

Y, finalmente, estos espacios también ayudan a hacer amistades o, por qué no, encontrar pareja. Aunque no sea la principal finalidad, también sucede. Aunque existen apps y bares, no todas estamos cómodas en estos ambientes, así que es otra de las ventajas. 

Contras de los espacios seguros

No obstante, como en todo, los espacios seguros para lesbianas tienen un riesgo derivado de nuestra situación: somos, aproximadamente, el 6 % de las mujeres, y como somos menos, esa es un arma de doble filo. Los espacios seguros son un lugar para compartir, pero, también, una retroalimentación excesiva puede hacer que perdamos perspectiva y reforcemos nuestros sesgos.

Por otra parte, un espacio seguro, si es el único lugar de socialización, acaba siendo peligroso. Por esa razón, recomendamos encarecidamente que eso no suceda. Hay ambientes más o menos tóxicos y, a veces, si salimos de ahí, nos podemos encontrar sin otra vida social. En definitiva, es bueno que sepas hasta dónde puedes llegar y tener una vida social lo más variada posible.

En definitiva, los espacios seguros para lesbianas son una oportunidad, siempre que sepamos bien el para qué. ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Te ha ayudado? Te leo en los comentarios.