El Orgullo en España tardó en celebrarse algo más que en otros países del entorno y hubo que esperar a las primeras elecciones democráticas para que se autorizase una manifestación. ¿Sabías que el primer Orgullo no se celebró en Madrid sino en Barcelona? Aquí te lo cuento todo sobre esa jornada histórica…

Orgullo en España: la primera manifestación en Barcelona

Barcelona, en 1977, era la ciudad donde convergían la mayor parte de las vanguardias culturales europeas. Y, además, el espacio de mayor libertad del Estado. No tiene que extrañar que, en aquel momento, fuera el lugar donde el movimiento LGTBIQ+ tenía más fuerza.

El 15 de junio se habían celebrado las primeras elecciones generales y, desde 1970, el 28 de junio ya era la Fiesta del Orgullo. En aquel momento, aún existía la Ley de Peligrosidad, que permitía el internamiento de personas LGTBIQ+ sin juicio previo. Por esa razón, hacer una manifestación tenía un cierto riesgo. A eso hemos de unir el estigma social, muy marcado todavía, hacia la sexualidad no heteronormativa, que también dificultaba nuestra libre expresión (no hay peor censura que la social). 

Esta manifestación se celebró el 27 de junio en 1977 en Barcelona, y recorrió Las Rambas de la ciudad condal. Los principales organizadores, a través de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) lo hicieron de forma extraoficial porque el Orgullo estaba prohibido y fueron 4.000 personas las que se atrevieron a salir a la calle. Fueron dispersadas por la Policía Armada y Oriol Martí fue detenido. 

¿Por qué aquella manifestación supuso un antes y un después?

Pese a lo accidentado de la manifestación, el resultado, a la larga, fue un éxito, y se demostró necesaria. Estos fueron algunos de los cambios que vinieron un año después: 

Visiblizó al colectivo LGTBIQ+

La manifestación del Orgullo de 1978 ya se pudo hacer con libertad, porque fue autorizada por las autoridades. De esta manera, las personas pioneras de 1977 dieron un paso hacia adelante porque abrieron camino para las demás. Y este camino, desde entonces, no ha tenido vuelta atrás en España. En 1978, ya hubo varias manifestaciones, además de en Barcelona, en Madrid, Sevilla y Bilbao. Cada año las manifestaciones han ido a más, y aunque ahora tienen un toque festivo, no se ha perdido la vertiente reivindicativa. 

La homosexualidad dejó de estar perseguida legalmente

En 1978, se aprobó la Constitución Española que reconocía la igualdad legal, no solo entre hombre y mujer, sino también la no discriminación. Tres días antes de que se sancionara, se modificó la Ley de Peligrosidad Social, que excluía definitivamente a los homosexuales como sujetos a perseguir. De esta manera, no había ningún elemento, como mínimo sobre el papel, para perseguirnos. Sé que esto ha tardado mucho, pero, sin duda, fue un paso adelante, y se lo debemos a quienes dieron la cara por nosotras. 

El Orgullo en España supuso un riesgo para los organizadores en un primer momento, pero fue una victoria a la larga. Por eso, yo estoy convencida de que es necesario que sigamos movilizándonos. ¿Tú qué piensas?