Las relaciones de pareja entre lesbianas tienen, también, hábitos tóxicos. Por un lado, los que encontramos en otro tipo de vínculo, pero es cierto que, en nuestro caso, hay algún problema añadido. Te cuento cuáles son estos hábitos para que estés ojo avizor y evites caer en ellos.

10 Hábitos tóxicos que hay que evitar siempre con la pareja

Antes de nada, tengo que recordártelo: hablo de relaciones de pareja y la primera responsabilidad de ambas es que estén bien definidos los límites y acuerdos de la relación; de lo contrario, algunos de estos hábitos pueden maximizarse. Vamos a ver cuáles son los principales problemas, más allá de la idealización excesiva: 

1. Actitud controladora

La actitud controladora es uno de los principales problemas en toda relación, pero se maximiza cuando es la pareja. Si tienes que dar explicaciones de todo en todo momento, o estar localizable, hay un problema. Entre otras, porque, muchas veces, esta dinámica se hace recíproca.

2. Reproches 

El diálogo es necesario en una relación, y a veces hay que decir cosas no muy agradables. Ahora bien, si una relación se fundamenta en los reproches, hay un problema a medio plazo. El reproche tiene que ser puntual y un elemento de corrección, no una forma de humillar a la otra persona.

3. Gaslighting

El gaslighting, originariamente asociado a relaciones hetero, también se aplica en las relaciones lésbicas. Básicamente, consiste en decir a una persona que no entiende o que entiende cosas distintas a las que se le indican. Esto, cuando es continuo, crea problemas graves en las relaciones. 

4. Actitud pasivo-agresiva

La actitud pasivo-agresiva, o lo que siempre hemos entendido como hacer el vacío, es otra manera de destruir una relación. Aquí no hay un conflicto abierto, porque una de las partes se retira e impera el silencio. Como esta actitud se usa con afán de castigo, puede generar un problema.  La asertividad, aquí, es una solución.

5. Manipulación emocional

Las técnicas de manipulación emocional son variadas, pero destaco el culpabilizar a la otra persona para conseguir un fin o para que esta se sienta mal. Estos chantajes son devastadores para cualquier vínculo, y se deberían evitar. 

6. Falta de corresponsabilidad

La corresponsabilidad en la pareja es fundamental en todos los ámbitos, desde las tareas en común a las emociones. Si una de las dos partes es la que siempre sostiene, hay un conflicto grave a medio plazo. 

7. Dudar de tu sexualidad

Esta problemática sí es específica de las relaciones de pareja lésbicas. Si antes una de las dos partes ha estado con hombres, o es bisexual o queer, en un momento de discusión podría salir a relucir este pasado. Esto es algo que nunca se debe permitir y un ejemplo de red flag

8. Eludir los problemas en la relación

A veces, se quieren evitar los conflictos, incluso de buena fe, pero este es un problema a medio plazo. Aquellas situaciones incómodas que no se hablan, acabarán saliendo de forma desagradable. No hay que eludir los problemas y hay que ponerlos encima de la mesa. 

9. Celos tóxicos

Los celos tóxicos son otro de los elementos peligrosos, relacionados con el control. Ahora bien, pueden ser específicos de la inseguridad de una de las dos partes. El apego existe, sí, pero no puede ser asfixiante.

10. Dinámica de competitividad

Las relaciones de pareja son un equipo, no un campo de batalla ni un partido de fútbol. Si se genera una dinámica de competitividad, en vez de cooperación, el vínculo se resentirá a la larga. 

Estos hábitos tóxicos se tienen que detectar y evitar si quieres que tu relación de pareja sea exitosa. ¿Te has encontrado alguna vez en uno de estos casos? Cuéntame tu experiencia en comentarios.