La idealización de la pareja es un clásico y responde a reacciones hormonales de nuestro cerebro. Ahora bien, en el caso de las lesbianas, y quizás ya lo has vivido, esto es algo de alto riesgo. Aquí te explico mejor cómo sobrellevar estas situaciones.
La idealización de la pareja en lesbianas: por qué es más peligrosa
Un momento de idealización de la pareja es habitual cuando empiezas con una persona. Y esto les pasa a las heteros y a las lesbianas. ¿Qué sucede? Que el bombazo de dopamina y de adrenalina puede ser mucho mayor y duradero que en otro tipo de relaciones. Te lo cuento para que estés atenta, sobre todo si es la primera vez…
1. Somos menos
Lo primero que debes recordar es que somos menos y que, como hay menos donde elegir, hay menos donde comparar. Este punto es central, porque, al tener menos referencias, el sentimiento se vive con mayor intensidad. Obviamente, es mayor la primera vez, pero te puede pasar con otras personas. Recuerda que se estima que, en España, el porcentaje aproximado de mujeres lesbianas (solo lesbianas) sería del 6 % del total; aunque puedas sumar otro tanto entre mujeres bisexuales, queer o trans, sigue siendo minoría.
2. Tenemos más problemáticas de salud
Las lesbianas, y las personas del colectivo LGTBIQ+, tenemos más problemas de salud que la media de las personas. Por ejemplo, el estrés minoritario, que nos afecta a nosotras y no a otros colectivos. Pero también tenemos el caso de la esperanza de vida, que es menor que en otros colectivos. Esto hace que nos resulte más fácil agarrarnos a un clavo ardiendo y a idealizar a otras personas, con independencia de que sean mejores o peores. Por esa razón, siempre te recomiendo que tengas una vida social lo suficientemente amplia para ti.
3. Algunas hemos pasado por situaciones muy complicadas
Muchas lesbianas han recibido rechazo en su entorno más próximo, sobre todo si tienen una cierta edad o pertenecen a determinados entornos culturales. Esto hace que, cuando reciben cariño sincero o validación, la idealización sea mucho más sencilla. Ojo, tu pareja puede ser una persona magnífica, pero poner los pies sobre la tierra te puede ayudar para no decepcionarte después. También es bueno que las relaciones amorosas o de pareja se hagan desde un estado base bueno. No se puede pedir todo, pero si estás bien, será más fácil poner las cosas en su sitio.
4. El contraste es más marcado
En cuestiones de relaciones lésbicas románticas, el contraste de emociones puede ser más marcado. Aunque las mujeres lesbianas funcionamos igual que las demás, al ser un colectivo más pequeño, los contrastes que vivimos son mayores. Y esto pasa más, si cabe, cuando estás en una sociedad con problemas o en un entorno problemático. Hay de todo, por supuesto, pero en nuestro colectivo, estamos expuestas a estímulos más extremos por la situación que vivimos.
La idealización de la pareja en lesbianas es más peligrosa porque, después, la caída o racionalización es más complicada. ¿Has perdido la cabeza (un poco) por tu pareja? ¿Cómo ha sido después? ¿Lo habéis gestionado bien? Cuéntamelo en comentarios…
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