La amistad entre lesbianas, en principio, debería ser como entre personas hetero, pero hay un problema estadístico: somos muchas menos. Esto hace que, en ocasiones, sea más difícil marcar los límites y marcos de la relación. Pero tranquila, que aquí te doy unos tips para que sea más fácil surfear por estas aguas…
La amistad entre lesbianas, cómo evitar problemas
Aristóteles hablaba de tres tipos de amistades: utilitarias, por placer o por virtud. Y esto vale para mejores lesbianas y heteros. Es posible que tengas una amiga porque os lo pasáis bien juntas, porque tenéis intereses comunes o porque valoras a la otra persona por lo que es. No voy a juzgar si un tipo de amistad es mejor o peor para ti, pero sí te puedo dar estos consejos para evitar problemas en el futuro. Toma nota….
1. Dejad claras las bases
Lo peor que nos encontramos en la vida son las expectativas incorrectas o infundadas. Y esa es una responsabilidad mutua: no des más si no quieres dar más, como, por ejemplo, no dar datos de tu vida privada si lo único que queréis es jugar a videojuegos o hablar de libros de vez en cuando. De la misma manera, si la otra persona da más de lo que crees procedente, se lo puedes decir.
Aunque la amistad tiene mucho de «espontáneo», también es posible poner unas bases sólidas. Por eso mismo, te recomiendo que, desde el principio, dejéis claro que sois. Ya lo he dicho, hay muchas maneras de ser amigas, pero lo importante es que no haya engaño ni autoengaño, todo se tiene que visibilizar.
2. Comunicación, comunicación, comunicación…
La amistad entre lesbianas, como en otros colectivos, es dinámica. Y esto hace que determinadas situaciones hagan que la relación evolucione, en un sentido o en otro. Como pasa con muchas personas, quizás te distancias porque lo que os unió ha desaparecido, pero también puede pasar que el vínculo se haga más profundo. Hay con quien solo sentirás amistad y hay con quien puedes llegar a sentir atracción.
¿Cuál es la clave? La comunicación honesta y sincera cuando veáis que hay cambios. Es fundamental evitar que la relación se convierta en un juego de poder perverso. Al fin y al cabo, la idea es que las dos disfrutéis del vínculo y que no acabe siendo fuente de sufrimiento.
3. Evita los malos entendidos
Los malos entendidos se generan por multitud de razones, sobre todo si sois amigas y estáis en un grupo. Uno de los inconvenientes que tenemos es que, si vivimos en la misma ciudad, es posible que nos conozcamos todas (o casi todas). Por esa razón, también se tienen que fijar los espacios de vuestro vínculo. Hay espacios comunes con otras personas y espacios propios, y se deben preservar. A veces, los dimes y diretes se pueden llevar a esos grupos y que generen problemas en vuestra amistad.
Pues sí, la amistad entre lesbianas puede ser muy bonita y gratificante, pero, como en todo, nos toca hacer más que el resto. ¿Cuáles han sido tus experiencias con las amistades? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
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