El gayradar falla, definitivamente es un hecho. Aunque ha habido estudios que indicarían que las personas del colectivo LGTBIQ+ podrían tener más percepción para reconocer a quien tiene gustos similares, lo cierto es que esa habilidad tiene mucho más que ver con la edad y los prejuicios negativos. Pero, entre nosotras, ¿cuaaántas veces te ha fallado el gayradar y te has quedado con un palmo de narices? Aquí te explico cuáles son las principales razones…
Por qué el gayradar falla o, «pensé que era lesbiana»…
Estás mirando de reojo a la chica de la panadería, a la cajera del supermercado o a la que te sirve el café y tienes un sexto sentido que te dice «esta es lesbiana»… Hasta que te encuentras un día con que la viene a buscar su flamante novio hetero. Y si esto te pasa con desconocidas, ni te cuento con actrices de cine, en esa parte, los patinazos son épicos. Hay motivos científicos por los que el gayradar falla más que una escopeta de feria y por el que es mejor no fiarse demasiado de ese «sexto sentido«, son estos:
1. Sesgos de confirmación, «como ya ha pasado…»
A veces hemos acertado por determinados indicios y creemos que van a valer para todas las personas. Los sesgos de confirmación están más que estudiados por la psicología y tienen una razón de ser adaptativa como especie. Lo que sucede, y no deberíamos dejarlo de lado, es que no siempre funcionan. La sociedad cambia muy rápido, es muy diversa y las posibilidades de inferir una conclusión general de hechos particulares puede ser peligrosa. Vamos, que no siempre te va a sonar la flauta…
2. Prejuicios favorables o «quiero creer»
La estás viendo ahí, te parece guapa, te atrae, hay un feeling… y quieres creer que ella es lesbiana o, como mínimo, queer o bi. Hasta que te das cuenta que «rien de rien». Aquí ya no podemos hablar de sesgos de confirmación, sino de sugestión para creer lo que quieres creer. Oye, que no pasa nada porque esto también sucede con las heteros, pero al ser menos, es más fácil que queramos ver otras cosas. Y los estereotipos, aunque suelen ser de fuera hacia nosotras, también a veces los tenemos hacia las demás (seamos sinceras).
3. La edad también cuenta
El factor edad cuenta, para bien y para mal. Sí que se hicieron estudios que demostraron que, en personas de edad más avanzada, las personas LGTBIQ+ teníamos mayor capacidad de percepción que las y los heteros. Sin embargo, esa ventaja comparativa en las personas más jóvenes se va difuminando. ¿Qué significa esto? Que vamos avanzando como sociedad, pero el gayradar tiene pinta de que va a seguir fallando, cada vez más. La falta de evidencia científica hace que sea difícil sostener esa prueba de percepción.
Pues sí, amiga, el gayradar falla mucho y tiene pinta de que va a seguir fallando. Así es la vida. ¿Te has visto envuelta en alguna situación embarazosa por ello? Cuéntala en comentarios, y así como mínimo nos reímos…
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