Si acabas de conocer a una lesbiana o estás empezando a adentrarte en la comunidad, es normal que tengas mil dudas. No te preocupes, no necesitas ser un experto (o experta) para llevarte bien con nosotras. Con estas 5 reglas de oro podrás navegar por el mundo de las lesbianas sin miedo a meter la pata (o al menos sin hacerlo demasiado). Toma nota y verás que no es tan difícil.
La primera de las Reglas de Oro: no estamos buscando al hombre perfecto
Mucha gente parece pensar que todas las lesbianas queremos encontrar a un hombre que nos “cambie”. La verdad es que si somos lesbianas es porque no nos gustan los hombres. Así que, si tienes un amigo gay, una prima o un hermano que intenta “salvarnos”, diles que no hace falta. No es una fase, no estamos confundidas, solo estamos en lo nuestro. Y eso está genial.
No, no somos todas iguales
Hay un estereotipo que dice que todas las lesbianas somos algo así como clones, con pelo corto, camisas de cuadros y unos aires de rebeldía que ni te cuento. Pues no. Hay lesbianas que parecen salidas de una portada de revista, otras que se visten como si estuvieran en un festival de música indie, y algunas que ni siquiera tienen claro qué es el “estilo”. Así que no, no todas somos igual de guays ni todas nos vestimos de la misma forma. Cada una es un mundo, y eso mola.
Sí, tenemos sentido del humor (pero no sobre nuestra sexualidad)
A veces, hay gente que parece que no sabe muy bien cómo hablar con una lesbiana sin hacer chistes raros o bromas incómodas. Un consejo: las lesbianas también sabemos reírnos de todo, pero no de nuestra orientación sexual. Eso no es gracioso. Si quieres romper el hielo, habla de algo que no sea sobre a quién nos ligamos o si tenemos una “etiqueta”. Otra de nuestras Reglas de Oro: Las conversaciones sobre gatos, planes para las vacaciones o fútbol funcionan mucho mejor. ¡Sigue esa línea!
Tu misión no es cambiar lo que pienso
Este es otro clásico: algunas personas creen que las lesbianas necesitan convencerse de lo genial que es estar con un chico. Si alguna vez te pones en plan “yo te hago cambiar de opinión” porque crees que es una buena idea, te lo digo en serio: no lo hagas. Las lesbianas no estamos esperando a que aparezca el hombre de nuestras vidas para “arreglarnos”. Si ya te has pillado el papel de “el gran salvador”, ¡relájate! Estamos bien. Gracias.
Nos preguntamos cosas raras, pero a ti te dejamos en paz
Si alguna vez ves que unas lesbianas se ponen a hablar de cosas raras como, no sé, cómo hacer que un esmalte de uñas dure más o si un sujetador tiene que ser siempre de encaje o no, no te asustes. El hecho de que entre nosotras hablemos de tonterías no significa que tengamos que explicártelo todo. Si te estamos preguntando cosas raras, ya sabes: a veces solo queremos compartir nuestra visión del mundo. Y si no lo pillas, tranquilo, nadie te va a juzgar. No pasa absolutamente nada.
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