Vivimos en un mundo que suele valorar los logros profesionales y el estatus social por encima de todo. Pero para nosotras, las lesbianas, hay experiencias únicas que nos definen de manera más profunda y auténtica. Yo te voy a hablar de algunas de estas «credenciales sentimentales» que realmente importan.

Credenciales: lágrimas derramadas por amor

¿Cuántas veces has llorado por una chica? Esta pregunta suena de manera especial entre nosotras. Si somos honestas, ¿quién no se ha derrumbado por amor? Esos momentos de vulnerabilidad son los que nos hacen crecer y madurar como personas y como amantes.No hay nada de qué avergonzarse. Llorar por una mujer demuestra nuestra capacidad de sentir, de entregarnos por completo.

Es la prueba irrefutable de que estamos vivas y que nuestro amor es real y poderoso. La próxima vez que alguien presuma de sus logros, pregúntale cuándo fue la última vez que lloró por el amor de otra mujer. Ahí está la verdadera medida de una lesbiana que se atreve a amar sin reservas.

El reto de crear un hogar juntas

Pasemos a algo más tangible pero igualmente importante: ¿Has logrado crear un hogar acogedor? Porque una cosa es vivir juntas y otra muy distinta es construir un espacio que refleje vuestra unión y amor. No hablo solo de decoración, sino de crear un ambiente donde os sintáis seguras y amadas. Un lugar donde podáis ser vosotras mismas sin miedo al juicio de los demás. Haber construido un hogar lleno de amor y comprensión debería valer tanto o más que cualquier título académico. 

El poder sanador de la comunidad

Y ya que estamos, hablemos de algo fundamental en nuestras vidas: ¿participas activamente en la comunidad LGBTQ+? Porque cuidar y apoyar a nuestra comunidad es una forma poderosa de crear cambio y conexión.Involucrarse en grupos de apoyo, participar en eventos del orgullo, o simplemente estar ahí para otras mujeres que están saliendo del armario demuestra compromiso, empatía y capacidad de cuidar más allá de una misma. En un mundo que a menudo nos invisibiliza, crear y mantener espacios seguros para nosotras es un acto de resistencia y amor.

Lo que de verdad importa

Al final, todo se reduce a esto: ¿qué es lo que nos define como mujeres lesbianas? ¿Los logros profesionales o las experiencias que nos han hecho crecer en nuestra identidad y amor? ¿El reconocimiento externo o la capacidad de amar libremente y sin vergüenza?

Quizás es hora de replantearnos nuestras prioridades como comunidad. De valorar esas experiencias únicas que nos hacen quienes somos. Es el momento de celebrar no solo lo que tenemos, sino lo que somos capaces de sentir, de crear, de amar.Y tú, ¿cuáles son tus credenciales sentimentales como lesbiana? ¿Qué experiencias han moldeado tu identidad y tu capacidad de amar? Compártelas con orgullo, porque son la prueba viviente de tu autenticidad y tu fuerza.

Quiero, que, por ser el último post del año me lo cuentes en los comentarios de una forma exhaustiva. Ya sabes que yo te leo y te respondo, si quieres hacerlo, claro. ¡Feliz Año!