La primera vez que yo escuché algo sobre el separatismo lésbico, no sé, te confieso que se me quedó una cara rara. ¿Qué es esto? ¿Separarse por completo del hombre? Me sonó bastante radical y poco práctico.

Pero poco a poco, fui leyendo más sobre el tema y hablando con gente que es bastante letrada en esta filosofía, y descubrí más. Es verdad que sigo teniendo mis reservas, pero ahora lo entiendo bastante mejor. 

Orígenes: Más allá del rechazo a los hombres

No. El separatismo lésbico no nace del odio a los hombres, como muchos dicen. Encontramos su raíz en los años 70, en plena segunda ola del feminismo. Surgió como la respuesta más radical a la opresión que sufrían sistemáticamente las mujeres, sobre todo las lesbianas. 

La idea subyacente de esta teoría es la creación de espacios seguros para que las mujeres se pudieran desarrollar sin influencia del patriarcado. Por lo tanto, más que rechazar al hombre, lo que buscaba era liberarse de las estructuras sociales que la subordinaban. 

Los argumentos a favor del separatismo lésbico

Podemos mencionar dos: el empoderamiento y la autonomía. Para las defensoras (y defensores) del separatismo lésbico, la única manera de que las mujeres puedan descubrirse a sí mismas de verdad es que no haya hombres, ya que así no existirían las expectativas y roles de género. Hablan de la liberación sexual, emocional, espiritual e intelectual. 

También afirman que cortando los lazos con las instituciones patriarcales como el matrimonio tradicional se gana autonomía económica y personal. 

Ahora bien, ¿esta es realmente la manera?

Los detractores, por otro lado, afirman que separarse de la mitad de la población no es realista, y es contraproducente. El cambio social necesita diálogo y cooperación entre todos. 

Además, ¿no es posible que este enfoque refuerce los estereotipos de género que combate al asumir que todos los hombres son opresores?

Matices y el punto medio

Cuando analizas las posturas, te das cuenta de que la verdad está en el medio. Entiendo perfectamente la necesidad y el valor de crear esos espacios en los que las mujeres nos sintamos empoderadas y seguras. Es más, estoy segura de que todas nos beneficiamos de la sororidad y la conexión. 

Pero, si te digo la verdad, no me convence eso de aislarse del todo de los hombres. Se pueden tener relaciones con hombres mientras peleas contra el machismo y todo lo patriarcal. Creo que el mayor aporte del separatismo lésbico es el recordatorio de que es fundamental ser autónomas y de cuestionarnos cómo la dinámica de género nos afecta. Invita a imaginar una nueva forma de relacionarse más allá de los roles tradicionales.

Al final, todas debemos decidir qué camino hay que tomar en la búsqueda de liberación y realización personal. Lo importante en todo esto es respetar todas las elecciones y mantener el diálogo abierto entre las distintas corrientes del feminismo. Si queremos crear una sociedad que de verdad sea inclusiva para todos y todas, es fundamental eso, el respeto. 

¿Qué piensas tú?