Yeah. Y queremos controlar el mundo. ¿Alguna vez has escuchado eso de que todas las lesbianas son unas malditas feministas radicales? Pues igual es una tontería gigantesca, ¿no? Es como decir que todos los hombres son expertos en fútbol. 

La diversidad lésbica: ¡Más colores que en una paleta!

Primero, déjame que te hable de mi grupo de amigas lesbianas. Creo que la pandilla hay de todo: desde la ratona que se pasa el día en la biblioteca leyendo teoría feminista hasta la que cree que el feminismo es una nueva marca de cerveza artesanal. Y no hablemos de la amiga que se identifica como una de las mayores feministas radicales. En realidad, es que solo le gusta llevar camisetas con lemas provocativos. ¡Es una broma! Pero en serio, la diversidad dentro de la comunidad lésbica es tan grande como el menú de un restaurante chino.

Feminismo y feministas radicales: ¿Qué es eso?

Ahora, hablemos del feminismo. A lo mejor alguna de vosotras se me tira a la yugular por decir esto, pero sinceramente, creo que no se puede ser mujer y no ser feminista. Yo lo soy y estoy muy orgullosa de ello, aunque (por desgracia) hay otras personas (y lo terrorífico es que en este grupo también hay mujeres) que piensan que «feminismo» es solo otra palabra para describir a las mujeres que no saben cocinar y que no se quieren depilar las piernas o las axilas

Y luego está la amiga que dice ser feminista porque le gusta ver series en las que las protagonistas son mujeres fuertes. Venga ya, mujer. Ver la peli de Wonder Woman no te convierte en feminista radical.

El peligro de los estereotipos

Lo curioso es que este mito puede ser tan dañino como intentar atravesar una pared con la cabeza. Cuando se dice que todas las lesbianas son feministas radicales, se ignora nuestra individualidad. ¿Sabías que hay lesbianas a las que les encanta el fútbol y otras que no saben qué es un gol? Algunas son expertas en política y otras piensan que «la política» es solo un programa de televisión.Imagina: estás en una reunión y alguien dice: «Ah, claro, tú eres lesbiana, entonces debes ser feminista». Yo pienso (y lo digo): “¿Y tú eres heterosexual? Entonces debes saber hacer una barbacoa”. 

La verdad es que cada uno tiene sus propias pasiones y creencias, y eso debería ser motivo de alegría, no de encasillar a nadie.

La individualidad es el nuevo objetivo

Nunca ha sido mi fuerte dar consejos, pero te voy a dar uno. Es mejor dejar atrás los estereotipos y centrarse en que cada uno sea como sea. Cada lesbiana tiene su propia historia y traza su propio camino. Quién sabe, yo puedo ser una activista de narices, tú puedes preferir vivir tu vida sin dar explicaciones sobre tu orientación sexual o tus ideales políticos.

En realidad, lo único que importa es el respeto mutuo. Si quieres hablar sobre feministas, perfecto, pero no asumas jamás que todas somos iguales. Podríamos hablar incluso de si es mejor la pizza con o sin piña. Yo prefiero sin, por supuesto. 

En fin. ¿Qué opinas tú de esto?