Seguro que te ha pasado alguna vez esto: estás tranquilamente navegando por tu feed de Instagram, cuando de repente te das cuenta de que la mitad de las publicaciones que ves son de chicas guapísimas con cortes de pelo alternativos y camisas de cuadros. No has salido del armario, pero parece que tu teléfono ya lo sabe. Bienvenida al fascinante mundo del algoritmo lésbico.

El algoritmo lésbico no engaña

El algoritmo lésbico es ese ente misterioso que parece tener un gaydar digital más afinado que el de tu mejor amiga. Empieza sutilmente: primero te recomienda seguir a alguna activista LGTB+, luego te sugiere vídeos de TikTok sobre «amigas que viven juntas y comparten cama king size», y antes de que te des cuenta, tu Pinterest está lleno de ideas para bodas con dos novias.

La conspiración de los datos

¿Cómo lo hacen? ¿Acaso hay un equipo de lesbianas trabajando en Silicon Valley, analizando cada like que das a fotos de Kristen Stewart? La realidad es menos emocionante pero igual de inquietante. Tus gustos, tus búsquedas, el tiempo que pasas viendo ciertas fotos… Todo eso se convierte en datos que el algoritmo lésbico procesa para ofrecerte contenido «relevante». Vamos, que si te has quedado embobada mirando a Jenny Hermoso durante el Mundial, prepárate para una avalancha de contenido deportivo femenino.

Saliendo del armario digital

Lo gracioso (o aterrador, según se mire) es que a veces el algoritmo lésbico parece saberlo antes que tú misma. Estás ahí, convencida de que te gustan los tíos, cuando de repente tu feed de Twitter se llena de memes sobre U-Haul y gatos. Es como si el algoritmo te estuviera diciendo: «Cariño, siéntate, tenemos que hablar”.

El test definitivo

Si aún tienes dudas sobre si el algoritmo lésbico te ha fichado, aquí tienes algunas señales infalibles:

  • Tu Spotify te recomienda playlists tituladas «Girl in Red y chill”.
  • Amazon te sugiere comprar un llavero con el símbolo de Venus duplicado.
  • Netflix solo te recomienda series con tramas sáficas secundarias que duran dos episodios.
  • YouTube te bombardea con vídeos titulados «Cómo saber si le gustas a tu mejor amiga».

Yo siempre digo que el algoritmo lésbico puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Por un lado, puede ayudarte a descubrir contenido y comunidades que vayan bien contigo. Por otro, puede ser un poco… bueno, intenso. Es como esa amiga que, en cuanto le cuentas que igual te molan las chicas, ya te está organizando citas a ciegas con todas las lesbianas de la ciudad.

Lo importante es recordar que, por muy listo que sea, tú tienes la última palabra sobre tu identidad. Así que si un día te encuentras con que tu feed está más arcoíris que el desfile del Orgullo, respira hondo y recuerda: puede que el algoritmo sepa mucho, pero tú te conoces mejor. Y si al final resulta que tenía razón… bueno, al menos ya tienes una buena colección de memes lésbicos para compartir cuando salgas del armario.