Atracción fatal (1987) es una película que, a primera vista, puede parecer un thriller erótico más, pero si indagas un poco más en en su narrativa, aparece ante tus ojos un espejo de las tensiones sociales y de género de su época. La historia gira en torno a Dan Gallagher, un hombre casado que se embarca en una aventura con Alex Forrest, interpretada de una forma espectacular por la enorme Glenn Close. Lo que comienza como un romance fugaz se convierte muy pronto en una pesadilla, ya que Alex se obsesiona con Dan, desatando una serie de circunstancias que amenazan con destruir su vida.

La complejidad de Alex

Uno de los aspectos más intrigantes de la película es el personaje de Alex. Aunque no se la presenta explícitamente como lesbiana, su comportamiento desafía las normas de género tradicionales. Alex es una mujer fuerte, independiente y sexualmente muy activa, características que, en el contexto de los años 80, podían ser vistas como algo peligroso. La obsesión de Alex por Dan la convierte en un arquetipo de la «mujer peligrosa», reforzando estereotipos que aún existen en la cultura popular. Esta representación puede ser problemática, ya que reduce la complejidad de las mujeres a puras caricaturas de locura y deseo.

“Atracción fatal” es un reflejo de su tiempo

La película fue un gran éxito en taquilla y, sin duda, dejó una huella en la cultura popular. Sin embargo, también es un producto de su tiempo, y al verla hoy, es imposible no notar cómo ha contribuido a la estigmatización de las mujeres que no encajan en los moldes tradicionales. Glenn Close ha hablado abiertamente sobre su preocupación por la forma en que su personaje fue recibido y cómo esto puede haber influido en la percepción pública de las mujeres con problemas de salud mental.

La obsesión como tema central

La obsesión es un tema recurrente en Atracción fatal, y es fascinante ver cómo se desarrolla. La película nos lleva a cuestionar las consecuencias de las decisiones impulsivas y cómo estas pueden tener repercusiones horrorosas. La relación entre Dan y Alex se convierte en un campo de batalla emocional, donde las líneas entre el amor, el deseo y la locura se difuminan. Esta complejidad emocional es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película, aunque también puede resultar perturbadora.

 Atracción fatal es más que un simple thriller; es una reflexión sobre el deseo, la obsesión y las normas sociales. Invita a pensar en cómo las representaciones de género en el cine pueden influir en nuestra percepción de la realidad. Si bien la película ha sido criticada por su tratamiento de la salud mental y su representación de las mujeres, también es un recordatorio de la importancia de contar historias que desafíen las normas establecidas.

A pesar de todo, es una peli que merece la pena ver. Nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre cómo hemos avanzado en la representación de las mujeres en el cine y cómo podemos seguir mejorando en el futuro.