¿Alguna vez te has preguntado cómo ha cambiado la moda lésbica a lo largo de los años? Pues agárrate, porque vamos a hacer un recorrido por los looks más famosos que han marcado tendencia en nuestra comunidad.

Los 50 y 60: el clásico Butch-Femme

Empecemos por el principio, ¿vale? En los años 50 y 60, si eras lesbiana, básicamente tenías dos opciones:

  1. La Butch: corte de pelo a lo Marlon Brando, ropa de hombre y zapatos que gritaban «sé arreglar tu coche». Si alguna vez has querido parecer el hermano pequeño de James Dean, este era tu momento.
  2. La Femme: vestidos ajustados, tacones altos y maquillaje impecable. Porque, oye, ¿quién dijo que no puedes ser lesbiana y parecer que vas a una gala de Hollywood?

Los 70 y 80: andróginos y con hombreras

Llegaron los 70 y con ellos la revolución. De repente, todas podíamos llevar pantalones de campana y camisas de cuello ancho. Era como si el armario de tu padre y el de tu madre se hubieran unido, y el resultado fuera muy chulo.

Y luego vinieron los 80

Ah, los 80… La época en que las hombreras eran tan grandes que podías usarlas como almohada en caso de emergencia. El «power suit» se convirtió en el uniforme no oficial de la lesbiana profesional. Porque nada dice «soy una mujer poderosa» como parecer un jugador de fútbol americano en tacones.

Los 90 y 2000: la era “Chapstick»

Los 90 trajeron consigo el estilo «Chapstick». ¿Qué es eso? Imagina a alguien que parece que acaba de salir de un concierto de Nirvana: vaqueros rotos, sudaderas con capucha y zapatillas de deporte. Ah, y no olvidemos la prenda estrella: la camisa de franela. Si no tenías al menos cinco no eras nadie.

La era moderna: Todo vale en la moda lésbica

Y así llegamos a la actualidad, donde la regla principal es que no hay ninguna regla a seguir. ¿Quieres llevar un traje de chaqueta? Adelante. ¿Prefieres un vestido de gala? Fantástico. ¿Te mola más ponerte una camiseta con el arcoíris y unos vaqueros? Perfecto.

La moda lésbica actual es tan diversa como nuestra comunidad. Desde la estética «cool y vanguardista» hasta las prendas más cómodas y fluidas, hoy puedes expresar tu identidad de mil maneras diferentes.

La moda lésbica ha pasado de ser un estereotipo de una sola dimensión a una expresión diversa y fluida de identidad. Ya no hay «reglas de estilo bollo» que haya que seguir al pie de la letra. Lo importante es que te sientas cómoda y tú misma con lo que llevas.

Quiero recordarte que lo que te define como lesbiana no es la ropa que llevas, sino a quién le guiñas el ojo en un bar. Así que ponte lo que te haga sentir más tú misma y sal a conquistar el mundo. ¡Porque la moda pasa, pero el estilo es eterno, nena!

Y tú, ¿con qué estilo te identificas más? ¿Tienes alguna anécdota divertida relacionada con la moda lésbica? ¡Cuéntame en los comentarios!