Tú ya me conoces. Hace tiempo que charlamos a través de este blog, y sabes que a veces te cuento cosas personales. Hoy te quiero hablar de algo de lo que me di cuenta hace muy poco: soy no binaria.
Si te digo la verdad, es la primera vez que lo digo en voz alta. Y bueno, tal vez sea lo mejor. No cambia nada, todo sigue igual. Pero soy una lesbiana no binaria. ¿Qué implicaciones tiene esto en mi vida? La verdad es que no lo sé, pero ahora me toca tirar de autoaceptación.
¿Qué significa ser no binaria?
Ya te digo que en realidad, no tengo ni idea. Nunca me he identificado como tal, pero de un tiempo a esta parte sí. Bueno, y que el otro día mi mujer me dijo que ella llevaba muchos años pensándolo. Y claro, eso me dio que pensar.
En mi intento por entenderme, aprendí que la identidad no binaria es una categoría muy amplia en el espectro del género. Es posible identificarse como hombre y mujer, como ninguno de los dos o como otra cosa. En realidad, aunque pueda parecer confuso al principio, es una forma de entender tu propio género.
Variabilidad y diversidad
En la identidad no binaria hay subidentidades. Está el género fluido, que son personas que varían su identidad en el tiempo, o los agéneros, que no tienen una conexión con ninguno. Sea lo que seas, es importante no encasillarte.
Además, están las personas gender queer, que desafían las normas tradicionales del género de manera intencional. Otras pueden sentirse bigénero, experimentando dos géneros simultáneamente o alternativamente. Cada subidentidad aporta su propia perspectiva y experiencia, enriqueciendo la comprensión de la diversidad de género.
La autoaceptación como camino
El proceso de autoaceptación no es lineal ni sencillo. Requiere tiempo, paciencia y mucha reflexión. A veces, una se enfrenta a dudas y se cuestiona a sí misma. Es normal. Me está pasando a mí. Lo importante es permitirnos sentir y explorar sin presiones externas. Cada paso hacia la autoaceptación es un acto de amor propio y valentía.
El impacto en mi vida cotidiana
¿Cambia algo en mi vida diaria? Tal vez no en lo tangible, pero sí en cómo me percibo y en mi relación conmigo misma. Al aceptarme como no binaria, estoy reconociendo una parte fundamental de mi ser que antes estaba en la sombra.
En mi trabajo y en mis relaciones, la autenticidad es esencial. Saber quién soy me da una base sólida desde la cual puedo interactuar con el mundo. No se trata de cambiar mi esencia, sino de comprenderla mejor y vivir de acuerdo con ella.
Ser no binaria es una parte de mi identidad que ahora reconozco y acepto. Es un viaje de descubrimiento y autoaceptación. No tengo todas las respuestas, pero estoy aprendiendo a vivir mi verdad día a día.
La identidad no binaria puede parecer compleja, pero es una celebración de la diversidad y de la autenticidad. Y en esa celebración, encuentro paz y fuerza.
Dime algo.
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