Con lo que nos ha costado la aprobación del matrimonio igualitario, es el momento de disfrutar de nuestras bodas lesbianas sin ningún reparo. Te dejo algunos consejos e ideas muy útiles.

Bodas lesbianas: ¿Romper o no protocolos?

La primera gran cuestión a la hora de organizar el enlace entre una pareja de lesbianas es si seguir los patrones clásicos de las bodas heterosexuales o darle una dimensión totalmente diferente. Porque, es indiscutible que los matrimonios hombre-mujer e, incluso, los de nuestros compañeros gays nos llevan delantera.

Este es el marco que no se suele saltar ningún proceso de organización de boda tradicional y dónde las lesbianas podemos impulsar otro aire.

1. La petición de mano en las bodas lesbianas

En un porcentaje elevadísimo, sigue siendo el hombre quien pide la mano. Nosotras no tenemos ese problema. Pero, ¿qué hacer? Te aconsejo que aproveches esta diferencia para liberar al matrimonio de cierto tufillo de sumisión. Por ejemplo, nada de hincarse de rodillas en una imagen que recuerda a una sociedad medieval de vasallos.

2. El intercambio de anillos

Otro clásico de cualquier boda. Pero, aquí, es difícil resistirse al encanto de regalarnos un anillo que ambas luzcamos como símbolo de nuestro compromiso. Así que, aprovecha para que sea un reflejo de vuestras personalidades. Deja de lado las clásicas y aburridas alianzas y elige anillos que sean un verdadero símbolo de cómo sois vosotras y vuestra relación.

3. La elección del vestuario en las bodas lésbicas

¿Cómo vais a ir vestidas? ¿Lo elegís juntas o mantenéis el secreto? A ver, lo importante es que os sintáis guapísimas y cómodas para celebrar vuestro día especial. Básicamente, suelen darse tres opciones:

  • Seguir la línea tradicional: una en el rol masculino con traje pantalón oscuro y otra de novia clásica, con vestido de fiesta en tonos claros.
  • Las dos con traje pantalón. Una opción más moderna, que te abre mil y una posibilidades para combinados en tonos y complementos. Esta temporada están de moda los chalecos, puedes utilizarlos como foco de atención, sin camisa debajo. Y, además, dentro de este apartado, ten en cuenta la opción de los monos, una prenda muy favorecedora y que está disponible en muchos estilos.
  • Dos vestidos de novia con toda su parafernalia. Si ya de niñas disfrutáis disfrazándoos de princesas, ¿por qué no aprovechar vuestra boda lesbiana para dar rienda suelta a vuestra imaginación?

Por cierto, estas son solo algunas posibilidades. Las bodas lesbianas temáticas, por ejemplo, invitan a que las dos os inspiréis en ese tema para vuestro traje.

4. La lista de invitados

En este punto, voy a ser clara. No caigas en los compromisos sociales. Invitad a vuestro enlace lesbiano solo a aquellas personas que van a entender lo que allí ocurre y que han demostrado ilusión en acompañaros. Nada arruina más las bodas lesbianas que la presencia de invitados homófobos o familiares que tienen reticencias con vuestra relación.

Las bodas lesbianas son tan especiales y únicas como sus protagonistas. Al final, si la organizas con ilusión, será un día de celebración y felicidad.