El roller derby significa mucho para muchas personas queer, sobre todo para mujeres lesbianas. La comunidad del roller derby es un lugar seguro, positivo y empoderante. Es un deporte que nos ayuda a valorar nuestros cuerpos por lo que pueden hacer, y no por su aspecto. ¿Pero cómo empezó todo?
Quién creó el roller derby
Este deporte nació en los años 20 en Estados Unidos, cuando el término «roller derby» se usaba para describir carreras de patines. En plena Gran Depresión, en 1935, el empresario Leo Seltzer creó el «Transcontinental Roller Derby» para atraer al gran público a un evento deportivo en el Coliseum de Chicago.
La historia cuenta que redactó las reglas en una servilleta, así, como quien no quiere la cosa. Este roller derby de los inicios era muy diferente a lo que conocemos hoy en día. Era más una carrera de larga distancia en patines que se prolongaba durante semana. El reto era recorrer una ruta imaginaria a lo largo de Estados Unidos en una pista peraltada. La primera edición contó con veinticinco equipos mixtos y cincuenta participantes, que tenían que cubrir la distancia entre Nueva York y San Diego, aproximadamente 4.000 kilómetros.
En el Transcontinental Roller Derby, las mujeres competían junto a otras mujeres, y lo mismo sucedía con los hombres. Las jornadas eran larguísimas, hasta once horas y media. Los miembros del equipo se iban turnando. Mientras uno patinaba, el otro descansaba poder ir tomándose el relevo. La primera edición comenzó un 13 de agosto y terminó el 22 de septiembre. La victoria fue para Clarice Martin y Bernie McKay.
En 1937, se cambiaros algunas las reglas. Añadieron la posibilidad de contacto físico y bloqueo entre los jugadores, para darle un toque más competitivo. También se cambió el formato de competición de varios equipos a solo dos equipos de cinco jugadores. Además se introdujo un sistema de puntuación que se basaba en cuántos rivales lograban adelantar los patinadores durante el maratón. Estos cambios sentaron las bases del roller derby de la actualidad.
Un deporte con mucho peso en la comunidad lésbica
En los años 40, esta práctica deportiva vivió un momento de éxito cuando comenzaron a transmitirse los partidos por televisión. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial golpeó duramente al deporte, ya que la atención pública se centró, evidentemente, en la guerra. En los años 60, Leo Seltzer le pasó el negocio a su hijo Jerry, pero su popularidad siguió decayendo, hasta que en 1973 se cerró la organización.
Durante las décadas de los 80 y 90, se intentó revivir la versión original del roller derby. Surgieron eventos como los RollerGames e incluso tuvieron su propia serie de televisión que se emitió durante un año, entre 1989 y 1990.
El roller derby es un deporte que tradicionalmente ha desafiado los roles de género convencionales. Ya en sus orígenes, era visto como un deporte femenino y rebelde, donde las mujeres podían expresarse libremente y romper con las expectativas de género impuestas por la sociedad. Esto ha atraído a mujeres de diversas orientaciones sexuales, que han encontrado en el roller derby un espacio donde pueden ser auténticas y sentirse aceptadas.
Además, muchas ligas de roller derby han sido fundadas y dirigidas por miembros de la comunidad LGBT, algo que ha contribuido a fortalecer los lazos entre el deporte y la comunidad queer. Esto ha hecho que el roller derby se haya convertido en un lugar seguro y acogedor para las mujeres lesbianas. Si te apetece iniciarte este deporte, no te lo pienses más. Seguro que en tu ciudad hay alguna liga de chicas a la que te puedes unir.
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