Oh yeah. No puedes ser una lesbiana de verdad si no cumples con unos requisitos. Y si no tienes el uniforme oficial, claro. Así que si quieres que todo el mundo diga cuando pases «eh, ahí va una lesbi», tienes que tener el equipamiento lésbico imprescindible: botas de senderismo y camisas de cuadros. Porque sí, aparentemente vienen en el pack de bienvenida cuando te unes al club.
Equipamiento lésbico: botas de senderismo para conquistar montañas y corazones
¿Alguna vez te has preguntado por qué las lesbianas parecemos estar siempre listas para una expedición a la montaña? Bueno, tenemos el arma secreta definitiva: nuestras botas de senderismo. No solo son cómodas, duraderas y resistentes, sino que también gritan «¡Estoy lista para cualquier cosa!» sin tener que decir una palabra. ¿Quién necesita tacones altos cuando puedes caminar con paso firme hacia la conquista del mundo (o de la chica que te mola)? Además, ¿acaso hay algo más sexy que una mujer que sabe caminar por terrenos difíciles e inhóspitos y llegar a la cima?
Las camisas de cuadros: lo que dice que soy lesbiana pero que también me encanta un buen brunch
Ah, las camisas de cuadros. ¿Qué sería de nosotras sin este estampado que parece estar codificado en nuestro ADN lésbico? Son versátiles, unisex y tienen ese toque desenfadado que nos encanta. Además, son como un código de barras queer: una vez que las llevas puestas, todo el mundo sabe en el equipo en el juegas. ¿Ambigüedad de género? ¿Para qué? Las camisas de cuadros lo dicen todo. Y no podemos olvidar mencionar su capacidad para que las manchas de salsa de tomate después de una noche de pizza y pelis no se vean nada…
¿Y los bolsillos, qué pasa con ellos?
Otra cosa que nos vuelve locas: los bolsillos. Son esos pequeños compartimentos mágicos en los que puedes guardar casi todo, desde una barrita de chocolate hasta el número de teléfono de la chica que has conocido en la fiesta a la que fuiste la otra noche. Ay, piénsalo. ¿Qué sería de nosotras sin un sitio donde guardar las cosas mientras conquistamos el mundo?
Nuestro equipamiento lésbico tiene algo de místico…
Yo lo creo de verdad. ¿Alguna vez te has parado a pensarlo? Tanto las botas de senderismo como las camisas de cuadros no son simples accesorios, son una actitud ante la vida. Son el símbolo de la aventura, la determinación, la independencia y las ganas de ser tú misma. Con cada paso que das estás dejando una huella profunda, en el suelo, sí, pero también en el mundo queer. Así que mi mejor consejo es este: para qué rayarte si puedes «cuadricularte», para qué los zapatos de tacón si las botas que tanto nos gustan te pueden llevar más lejos de lo que imaginas.
Así que la próxima vez que te preguntes qué ponerte, recuerda estas palabras llenas de sabiduría: ponte tus botas de senderismo, tu camisa de cuadros favorita y sal a comerte el mundo. Y si te encuentras con otra lesbiana vestida igual o enciendes tu gaydar, no olvides darle un guiño cómplice y un «¡Hola, compañera!».
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