Que sí, que ya sé que la vida no es blanca ni negra, que hay una gran gama de grises y colores muy distintos en medio. Pero aún así, hay cosas que me sorprenden y en realidad, me dejan bastante descolocada. Son esas grandes paradojas que te hacen pensar que las cosas no tienen ningún sentido. Y es de esto de lo que te voy a hablar en este nuevo artículo, de cómo la política y la orientación sexual se pueden unir en un algo incomprensible (al menos, lo es para mí).

Bueno. La cosa es la siguiente. Como bien sabes, en Alemania hay un partido de Ultraderecha, fascistas, en pocas palabras. Alternativa para Alemania se llama. Pues su líder, Alice Elisabeth Weidel, al contrario de todo lo que se podría esperar es lesbiana. Pero lesbiana, lesbiana. Con pareja y todo. ¿Qué sentido tiene esto? Pues para mí, ninguno.

¿Quién es Alice Elisabeth Weidel? 

Esta mujer nació en un pueblo conservador del norte de Alemania, Harsewinkel. Solo con esto, ya te puedes imaginar que Alice Elisabeth Weidel proviene de un trasfondo tradicional y religioso. Hasta ahí, todo es lo que se podía esperar. 

Sin embargo, su vida personal es lo que plantea una paradoja, ya que junto a su pareja Sarah Bossard, decidieron adoptar en lugar de tener hijos biológicos. Esto me plantea la cuestión de cómo puede ser la máxima responsable de un partido fascista lesbiana y contraria a su propia naturaleza. 

Contradicciones en sus posturas políticas

La paradoja se intensifica al observar sus posturas políticas en el partido. A pesar de ser abiertamente lesbiana, el partido, con ella a la cabeza, se opone a implantar programas de educación sobre diversidad sexual en las escuelas. Esta contradicción plantea preguntas sobre la coherencia entre sus creencias personales y las políticas que respalda. 

Lo más curioso es que pese a ser quien es, no lo defiende

La vida de Weidel no ha sido fácil. Su hijo tuvo que cambiar de escuela debido al bullying que sufría por parte de sus compañeros, que lo llamaban con términos ofensivos relacionados con las políticas de su madre. 

Por otro lado, Sarah Bossard es la pareja de la líder ultraderechista. Esto añade una dimensión más a toda esta historia. Bossard es cineasta y aborda en sus películas temas como la lucha por los derechos de las mujeres en Suiza. Esta diversidad de experiencias entre la pareja ofrece una perspectiva única y compleja.

No sé, pero me parece tremendamente contradictoria la imagen que muestra Alice Elisabeth Weidel y su vida privada. Su “forma de vida”, vamos a decirlo así, choca muchísimo con las políticas que defiende en su partido fascistas. Supongo que no solo me pasa a mi, pero sí que genera interrogantes en lo que se refiere a su autenticidad como persona. 

A ver, que entiendo que cada persona es un mundo, pero, ¿no te parece a ti que esto no tiene demasiado sentido? Venga, cuéntamelo en los comentarios, que te escucho.