Si estás en torno a los 40 años, como estoy yo, bueno, en realidad, algo más, estoy segura de que habrás escuchado eso de que un bebé necesita un padre y una madre. Es muy posible hasta que te hayan dicho que tú serás una mala madre solo y exclusivamente porque tu pareja es otra mujer. 

No lo puedo concebir, de verdad que no. 

Estereotipos que hacen mucho daño

En lo que respecta a la maternidad lésbica hay todavía mucha tela que cortar. Pero un montón. Y es que en pleno siglo XXI todavía tenemos que aguantar y pelear con prejuicios y estereotipos que hacen mucho daño. Realmente me pregunto si existe alguna cosa dentro de mí que hace que, por ser lesbiana, soy peor madre que mi hermana, que no lo es. 

Para mí, y creo que para cualquier persona que tenga cerebro, la respuesta es un rotundo no, y es hora de acabar con estas falsas creencias.

El amor es el amor, y eso es lo que define a una madre

Ser madre no depende de tu orientación. Y la capacidad de serlo tampoco. Si algo le caracteriza, es la capacidad de amar y criar y educar a un hijo. ¿Es que una lesbiana no puede sentir ese amor incondicional por la persona que lleva 9 meses con ella? Basta ya de poner etiquetas y límites. El amor es amor, y compromiso. Y eso, amigas y amigos, es algo universal. 

El entorno en el que se criará tu hijo sí es importante 

Hay un montón de estudios que afirman y demuestran que lo más importante para el buen desarrollo de un niño es que se críe en un entorno familiar estable y rodeado de cariño. Ya está. ¿Acaso la orientación sexual de sus madres es un impedimento para esto? 

Destrocemos las barreras que pone la sociedad 

Hay muchas barreras que las lesbianas que queremos ser madres tenemos que superar. Hablamos de ignorancia, discriminación y un montón de obstáculos más. Y es fundamental que todos los padres y madres, sin importar la orientación que tengan, luchen por esto. 

En este sentido, crear una comunidad en la que apoyarnos es básico. Las lesbianas no somos una excepción. La comprensión y la empatía de la comunidad pueden marcar la diferencia en la experiencia de la maternidad, y esto es importante.

La educación puede cambiar esta percepción sobre ser madre

Siempre digo que la falta de información, o la errónea, es la raíz de una gran cantidad de problemas. Por eso es importante educar sobre la diversidad de las familias y eliminar estereotipos.

La diversidad en las estructuras familiares es un reflejo de la sociedad actual. Reconocer esta diversidad implica aceptar que no hay un único modelo válido de familia. Todas las familias merecen respeto y aceptación.

No importa si eres lesbiana, heterosexual o de cualquier otra orientación; lo que realmente importa es el amor, el compromiso y la capacidad para criar a tus hijos. No soy peor madre que tú por ser lesbiana.

¿Qué opinas tú?