Desde que somos adolescentes hasta que nos convertimos en adultas continúa el viaje de descubrimiento y aceptación de nuestra identidad, que es único para cada una de nosotras. A lo largo de las etapas de la vida, las experiencias moldean nuestra comprensión de nosotras mismas y cómo nos conectamos con el resto de la comunidad. En resumen, durante toda nuestra vida estamos descubriendo nuestra identidad de una forma u otra.
La adolescencia ve despertar nuestra identidad
Es verdad que hay quienes descubren ser lesbianas muy pronto, pero para la gran mayoría de nosotras, esto ocurre durante la adolescencia. En esta etapa de la vida, muchas mujeres comienzan a sentir una atracción diferente a la norma socialmente establecida. Las preguntas aparecen y nos acribillan mientras tenemos que explorar nuestras emociones y nuestros sentimientos. De verdad, hay muchas veces en las que te sientes muy agobiada por la presión social, pero hay quienes abrazan con confianza su singularidad desde el principio.
La verdad es que para mila adolescencia fue un período de autodescubrimiento lleno de incertidumbre. Fue un viaje confuso, pero también emocionante. Me di cuenta de que mis sentimientos no encajaban con la narrativa heteronormativa, y eso fue tanto liberador como aterrador en un principio.
A los veintitantos ya estás navegando por las aguas de lo auténtico
Cuando ya estás en los veintitantos es posible que aún sigas buscando y creando relaciones con otras personas que te aporten. Es un momento genial para encontrar el apoyo de amigos, aunque también es cierto que a estas edades aún seguimos tratando de aceptarnos a nosotras mismas en muchos casos.
Queremos sentirnos auténticas y bien con nosotras al tiempo que buscamos pertenecer a una comunidad para no sentirnos solas. Creo recordar que fue en este momento en el que comencé a aceptar mi identidad y mi orientación. A ver, que tuve la gran suerte de encontrar a gente que me apoyó, y eso me dio mucha confianza en mi misma. Y no te voy a engañar, fue un alivio dejar de esconderme.
El desafío de los roles tradicionales con la maternidad y la estabilidad
Este no es mi caso, porque no soy madre, pero conozco a algunas madres lesbianas que me cuentan que es complicado porque existen un montón de roles tradicionales de género. Tiene sentido, ¿sabes? La sociedad a menudo impone expectativas, pero muchas mujeres lesbianas desafían y redefinen estas normas, creando modelos familiares que reflejan su autenticidad.
Estuve hablando hace unos días con mi amiga Elena, que es madre, y me contó que para ella la maternidad es una de las mejores cosas que le han pasado, pero que ha tenido que superar mucho y demostrar que su familia es tan válidad como cualquier otra. Al fin y al cabo, yo pienso que la clave de todo es la educación y demostrar que lo que importa es el amor.
Por otro lado, cuando llegas a la madurez llegas a un nivel de empoderamiento y celebrar quién eres. Has pasado por mucho.
¿Qué piensas tú de esto? ¿En qué fase de la vida te encuentras tú?
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