¿No os ha pasado nunca que a veces habéis pensado algo como «pero qué tiene que ver esto con lo otro»? Y sigues sin entenderlo. Algo así es lo que me pasa a mí con el enigma que ha desconcertado a la Humanidad durante décadas: las camisas de cuadros. Vale, pero espera un momento… ¿Qué tienen que ver las camisas de cuadros y las lesbianas? ¿Cuál es la relación entre ellos? Nada, te lo explico, porque en realidad tiene más historia de la que te pueda parecer. ¿Te quedas?

Lesbianas, amor y camisas de cuadros

Frena el carro, puedes pensar. Primero, hablemos de nuestras queridas camisas de cuadros: ¿Por qué nos gustan tanto a las mujeres homosexuales? Hay algunas personas que piensan que el patrón de esos cuadros tan atractivos es un código secreto que solo las lesbianas entendemos, y otras personas creen que nos recuerdan a una mantita bien calentita que te puedes poner mientras ves la tele un día de estos fríos de noviembre. ¿Y qué pintan aquí las lesbianas? Bueno, pues parece que hay una profunda conexión, ya que las mantas son perfectas para perderse debajo. 

¿Qué secreto guardan estas camisas?

Genial. Cierra los ojos e imagínate esta situación: una lesbiana entra en una tienda de ropa y, sin saber porqué, siente una extraña atracción hacia la primera camisa de cuadros que ve. ¿Es casualidad? Ni en broma. Y es que estas prendas tienen un magnetismo especial. Es como si las camisas de cuadros fueran el lenguaje secreto que hablan las lesbianas. Evidentemente, no hay pruebas científicas ni empíricas que lo demuestren, pero, ¿quién las necesita cuando puedes pillarte una camisa chulísima?

Camisas de cuadros y poder lésbico

Ha llegado el momento de hablar del poder lésbico. Las lesbianas tenemos una energía muy fuerte, tanto, que podemos iluminar una habitación con una sola sonrisa y cargarnos cualquier barrera de prejuicios tan solo con una mirada. Y, ¿sabes qué hace que esa energía sea aún más poderosa? Sí, eso mismo que estás pensando, las camisas de cuadros. Cuando una lesbiana se pone una, el mundo tiembla ante su estilo y su confianza inquebrantable. Es como si los cuadros fueran el traje de superhéroe de las mujeres queer, dándoles el poder de conquistar el mundo con estilo y elegancia.

La herramienta perfecta de seducción

Si tuviera que decir qué es una camisa de cuadros para mí, yo diría que es una herramienta de seducción. La mejor. Y es que estas camisas tan geniales, pueden encender la chispa del amor de una forma increíble. Venga, imagínate a dos mujeres con camisas de cuadros que se encuentran en una cafetería. Sus miradas se cruzan y de repente el mundo se detiene. Sus camisas son un símbolo de unidad, un guiño silencioso que parece decir «eh, te he pillado». Así que si alguna vez te encuentras con otra mujer que la lleva, ya sabes a lo que atenerte. Posiblemente nazca entre vosotras una historia de amor. 

¿Tienes tú camisas de cuadros?