En la vida, es fundamental hacer un viaje. Me refiero a viajar hacia la comprensión y al respeto de la diversidad. Para ello, no se puede no abordar la importancia de los pronombres para las lesbianas.

Es importante recordar que son parte de la identidad y, para nosotras, una manera de expresar quiénes somos y cómo queremos que se nos perciba. 

Los pronombres como expresión de identidad

Para muchas lesbianas, los pronombres son una forma de afirmar su identidad de género. Algunas pueden identificarse como mujeres y usar los pronombres «ella/ellas», mientras que otras pueden identificarse de manera diferente y preferir algunos género neutro como «elle/elles». Reconocer y respetar estos es básico para poder validar la identidad de las personas lesbianas y honrar su auténtica forma de vivir.

Pronombres y visibilidad

El que seamos capaces de utilizar bien los pronombres también es importante para la visibilidad. Piensa que si respetas los que las lesbianas eligen, fomentas la aceptación. Por otro lado, la visibilidad es básica para romper con estereotipos y prejuicios dañinos. Así creamos un mundo mejor. 

Relaciones personales

En lo que se refiere a relaciones personales, el respeto por los pronombres es un acto de amor y apoyo. En las relaciones entre lesbianas, donde la identidad de género puede ser especialmente compleja por las expectativas sociales y familiares, utilizar los correctos demuestra un profundo nivel de comprensión y aceptación. Esto fortalece los lazos emocionales y fomenta un ambiente de confianza y cariño.

La relación con el activismo 

El activismo lésbico también se beneficia del respeto por los pronombres. Cuando las personas y organizaciones que luchan por los derechos de las personas LGTBQ+ respetan y utilizan los correctos, están enviando un mensaje claro. Dicen de manera muy potente que todos los aspectos de la identidad de género son válidos y dignos de respeto. Y es que esto empodera a las personas lesbianas y les proporciona el apoyo necesario para abogar por sus derechos de manera más efectiva.

Educación y sensibilización son dos imprescindibles

Siempre he dicho que yo quiero vivir en un mundo en el que reine el respeto. Quiero que la norma general sea esa. Y para ello, la sensibilización y la educación son fundamentales. Por eso, los colegios, los lugares de trabajo y las comunidades tienen que ser capaces de educar sobre identidad de género y pronombres. De otro modo, será imposible crear un ambiente inclusivo. 

Esta educación ayudará al crecimiento personal y a la creación de relaciones interpersonales sólidas y respetuosas. 

Un mundo de respeto y aceptación

Yo no puedo decir otra cosa. Para mí, respetar cómo quiere cada persona usar los pronombres es señal de humanidad y empatía. De esta forma, permitimos (que no tenemos que permitir nada) que cualquier persona pueda expresar su identidad de forma auténtica. 

No se trata de otra cosa que de honrar la dignidad y el valor inherentes a cada persona, sin importar su orientación. 

¿Qué piensas tú de esto? ¿Crees que es importante?