Vale. Es oficial. Puedo decir claramente que no soy de cita a ciegas. No me gustan, no las llevo bien. Sin embargo, también puedo decir que a lo largo de los años me he convertido en una auténtica experta, y hoy te voy a dar algunos consejos para sobrevivir con la mayor dignidad posible a un campo de minas como este. Prepárate, que arrancamos.
¿Cómo te saludo en una cita a ciegas?
Sí, ya lo sé. El saludo del doble beso es muy incómodo en una cita lesbiana. Lo que yo te recomiendo es que no intentes esquivarlos al mismo tiempo si no quieres acabar con una nariz en medio. Simplemente es cuestión de compenetración.
Nada como el clásico beso en ambas mejillas para comenzar una cita. Pero, ¿qué pasa cuando ambas intentan hacerlo al mismo tiempo? ¡Caos asegurado! La clave aquí es mantener la calma y asegurarte de que la otra persona esté lista para el ritual de los dos besos. Si fallas, simplemente ríete de ello y conviértelo en una anécdota digna de recordar.
Pagar, una auténtica batalla campal
Amiga mía, prepárate para ser rápida y tener la tarjeta lista. En una cita a ciegas, o no a ciegas, la batalla por pagar la cuenta puede ser tan intensa como una partida de ajedrez. Las dos vais a querer demostrar cómo sois, pero sin ofender a nadie. Bueno, por suerte hay una solución fácil: si quieres pagar, ten a mano el dinero o la tarjeta y haz una maniobra digna de un ninja para ser tú la primera en dársela al camarero.
La charla sobre las ex en una cita a ciegas
Deja que te dé un consejo de amiga. No trates de batir ningún record en la cantidad de ex que menciones en la cita. Con que hables de dos o tres ya es más que suficiente, claro, si no quieres quedar como una coleccionista de corazones rotos…
La conversación sobre ex-parejas es un terreno peligroso en cualquier cita. En las citas, puedes encontrarte con la tentación de mencionar a todas tus ex, desde la primera hasta la última. Mantén la charla bajo control y céntrate en el presente y el futuro. Nadie quiere sentir que está compitiendo con tu historia de amor pasada.
Cuidado con las señales mixtas
Es importante que si recibes señales mixtas no entres en estado de pánico. Mejor, respira hondo y piensa si debes preguntarle directamente lo que siente. A veces es mejor ser honesta.
Las señales mixtas pueden ser confusas, pero también pueden proporcionar material simpático infinito. Imagina que tu cita te mira profundamente a los ojos, luego mira su teléfono y responde un mensaje de su madre. ¿Qué significa eso? Nadie lo sabe. ¡Pero siempre puedes romper el hielo con un comentario divertido al respecto!
Las citas a ciegas y no a ciegas pueden ser un torbellino de emoción, risas y, sí, momentos incómodos. Pero, en última instancia, se trata de conectar con otra persona y disfrutar del viaje. Así que, cuando te encuentres en una situación como esta en tu próxima cita, recuerda: ¡el humor es tu mejor aliado! Ríete de ti misma, relájate y disfruta del emocionante mundo de las citas lesbianas. ¡Buena suerte en tu próxima cita y que el amor esté a tu favor! Y cuéntame tus experiencias en tus comentarios.
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