Como bien sabéis, me encanta devorar pelis. No me importa cuál ni de qué género. Las veo todas. Hace muy poquito descubrí La vida de Adèle, una peli de esas de lesbianas que gustan. Y hoy, que es viernes, creo que es un buen día para hablarte de ella, por si acaso te mola la idea de verla este finde. Para mi, esta película francesa, dirigida por Abdellatif Kechiche y estrenada en 2013, es una obra maestra que se adentra en la vida de una joven llamada Adèle, interpretada por Adèle Exarchopoulos, y su apasionada historia de amor lésbico con Emma, interpretada por Léa Seydoux.

El descubrimiento de la identidad sexual en ‘La vida de Adèle’

La peli empieza conociendo a su protagonista, una estudiante de secundaria en pleno viaje de autodescubrimiento. Es verdad que la muchacha se siente atraída por chicos, pero, conforme la historia va avanzando, asistimos a cómo también comienza a sentir una atracción increíble y una conexión con las mujeres. Es el caso de Emma, con quien siente una conexión muy profunda.

Hay un momento que me gusta mucho: el momento en que Emma se cruza en la vida de Adèle, que marca un giro significativo en la historia. Emma, con su pelo teñido azul y su espíritu artístico, se convierte en un faro de luz en la vida de la protagonista, que no puede evitar la atracción. La química entre las dos actrices es palpable desde el primer momento en que se cruzan sus miradas, y el espectador queda atrapado en su historia de amor desde ese momento.

Un amor que es profundo y muy apasionado

Por otro lado, La vida de Adèle nos enseña cómo es el amor entre dos chicas en su forma más apasionada y profunda. La relación entre ellas crece de manera gradual, lo que hace que el espectador se pueda sumergir en la intensidad de sus emociones y también en la complejidad de la conexión existente. Tengo que decir con regocijo que la película no escatima en absoluto en mostrar momentos emocionales e íntimos con una grandísima sensibilidad.

Las actrices están de 10

Es una de las cosas que más me gusta de esta cinta gala: las actuaciones impresionantes de las dos actrices. Las dos lo hacen tan bien que te dejan sin aliento. Exarchopoulos encarna a Adèle con una vulnerabilidad y autenticidad que hacen que el público empatice profundamente con su personaje. Por su parte, Seydoux aporta un encanto y una intensidad maravillosos a Emma.

‘La vida de Adèle’ es una película muy visual

Además de las actuaciones, la dirección de Abdellatif Kechiche y la cinematografía de Sofian El Fani son dignas de elogio. La película está llena de imágenes muy bonitas y evocadoras que complementan perfectamente la historia. Desde las escenas cotidianas hasta los momentos más íntimos, cada fotograma está cuidadosamente pensado y capturado de una manera impresionante.

Un retrato de la vida y el amor

Algo que para mí diferencia a esta película de otras que he visto es cómo retrata la vida y el amor en su expresión más auténtica. No solo vas a ver una película de amor entre lesbianas, sino un relato conmovedor acerca del proceso de descubrimiento de la identidad sexual y la lucha por encontrar un lugar en el mundo. 

De verdad te lo digo, La vida de Adèle es una película que no debes perderte. Es un viaje emocional y una experiencia que te va a tocar el corazón. Cuéntame qué te parece, ¿no?