Que ya lo sé. Sé que escribo de cosas muy serias, pero es que me parece importante compartir vivencias que, ojalá, alguien hubiese compartido conmigo. Por suerte, cada vez más, las mujeres nos sentimos mejor para explorar nuestra verdadera identidad: es cosa de la diversidad sexual. En mi caso, hace muchos años descubrí que tengo ADN lésbico, que no significa ni más ni menos que me siento atraída por las mujeres. Ahora te voy a contar mi viaje personal de autodescubrimiento y aceptación, por si te sirve en el tuyo.
Un sentimiento que no podía ignorar: ADN lésbico
Tengo el recuerdo desde muy pequeñita de tener una conexión con las mujeres que era especial. Siempre estaba revoloteando alrededor de mujeres, y recuerdo que las veía muy guapas y fuertes. Tal vez podía ser cosa de la edad, pero a medida que crecía también lo hacían estos sentimientos. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi orientación sexual no era convencional. Empecé a investigar, a hablar con psicólogos, hasta que comprendí que era lesbiana.
Un viaje de autodescubrimiento
Igual que para muchas mujeres, aceptar mi identidad no fue fácil. Tuve que enfrentarme a muchos demonios interiores, y a la sociedad de hace 20 años. Sentía mucha confusión y miedo, pero no a los demás, sino a mí misma. No obstante, también descubrí que había otras personas en la misma situación que yo, y a otras que habían pasado por eso. Poco a poco pude abrazar mi verdadero yo y comenzar a aceptarme y a descubrir quién era en realidad.
Rompiendo estereotipos y prejuicios
En nuestra sociedad, todavía existen estereotipos y prejuicios arraigados con respecto a la sexualidad. Como mujer lesbiana, he tenido que afrontar juicios y comentarios ignorantes de gente ignorante, valga la redundancia. Sin embargo, me niego a permitir que los estereotipos dicten mi vida y mis decisiones. Ser lesbiana no define completamente quién soy como persona, y tengo derecho a vivir mi vida según mis propias convicciones y valores.
Es inspirador escuchar tu propia perspectiva y determinación para vivir tu vida, sin permitir que los estereotipos y prejuicios limiten tus decisiones y felicidad. Es cierto que en nuestra sociedad aún quedan estereotipos y prejuicios arraigados en relación a la sexualidad, incluyendo la homosexualidad.
El poder de ser auténtica
Aceptarme a mí misma y vivir auténticamente como lesbiana ha sido una de las experiencias más liberadoras de mi vida. Al aferrarme a mi identidad y compartir mi historia, espero inspirar a otros que puedan estar luchando con su propia aceptación. Todos merecemos amar y ser amados sin importar nuestra orientación sexual. Ser auténtica me permite conectar con los demás en un nivel más profundo y construir relaciones genuinas basadas en el respeto y la aceptación.
Todos los días son el día del Orgullo
La diversidad sexual es un tesoro que enriquece nuestra sociedad. Cada individuo tiene el derecho de amar y ser amado, sin importar nada más. Celebrar la diversidad sexual permite construir una comunidad más inclusiva y compasiva, donde todos podamos prosperar y ser felices.
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