Ya son muchos años los que llevamos celebrando la comunidad LGTB el día, bueno, el mes del Orgullo. De hecho, es una fecha que se celebra en todo el mundo para recordar los avances que se han conseguido en la lucha por los derechos.
La cosa, y lo que mucha gente me pregunta, es si realmente hace falta la celebración del Orgullo para las lesbianas. Y digo más, tal vez sea algo que no conecte contigo, pero sí. Hace falta.
Orgullo: la reafirmación de la identidad y la visibilidad
Celebrar el Orgullo es aprovechar la gran oportunidad de que, como personas LGTB, podamos reafirmar nuestra identidad y nos sintamos orgullosas de quien somos. Ojo, que en mi caso no es necesario el Orgullo para, valga la redundancia, valorar lo que soy.
Desde hace muchos años, nos hemos tenido que enfrentar a los estigmas y a la discriminación. El Orgullo permite celebrar nuestra orientación sexual sin miedo. Y aunque a veces el desfile lo que hace es estigmatizar aún más, también da la visibilidad que necesitamos para romper esos estereotipos tan dañinos.
La creación de comunidad y solidaridad
La solidaridad es, sin duda, el eje que vertebra el Día del Orgullo, el momento en el que toda la comunidad se hace una. Es una forma de recordarnos que no estamos solas y que hay una gran comunidad.
Permite que conectemos con otras personas que tienen sus propias experiencias, sus problemas, sus éxitos y sus fracasos. Este día fortalece lazos en la comunidad y empodera a las personas.
Lucha por los derechos y la igualdad
No te engañes. Aunque se han logrado avances, hay mucho que hacer todavía. El Día del Orgullo es una forma de recordarlo y de reafirmar que tenemos un compromiso en la lucha por la igualdad.
Es el momento de levantar la voz y pedir lo que es justo.
Sirve de inspiración para las generaciones futuras
Más allá de todo lo que hemos hablado, celebrar el Orgullo significa enviar un mensaje muy poderoso a las lesbianas que vienen detrás de nosotras. Igual que nos ocurre a las cuarentonas, que hemos visto cómo las que nos preceden han luchado y se enorgullecen de lo son, es nuestra obligación luchar para que, quienes vienen detrás de nosotras sientan lo mismo.
Es el momento de motivar e inspirar a aquellas mujeres que están en el proceso de descubrimiento de su identidad o a las que están experimentando dificultades. Se trata de crear un legado de amor propio haciendo el camino más fácil hacia un futuro más inclusivo y equitativo.
Gracias al Orgullo podemos seguir avanzando hacia una sociedad que, simplemente, será mejor, donde todas y todos podamos vivir nuestra vida de forma plena.
Es el momento de recordar las luchas pasadas y presentes, y para renovar nuestro compromiso de seguir adelante. Aunque algunos puedan cuestionar la necesidad de que las lesbianas celebren el Día del Orgullo, su importancia radica en empoderarnos, fortalecer nuestra comunidad y exigir una sociedad más inclusiva. Juntas, continuaremos alzando nuestras voces y celebrando con orgullo nuestra identidad.
¿Tú lo celebras? ¿Pero de verdad?
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