El de Lola Flores es un nombre muy conocido en España, donde se considera una de las grandes figuras de la cultura popular y del flamenco. Esta gran artista nació en 1923 en Jerez de la Frontera (Cádiz). Creció en un entorno flamenco y comenzó su carrera artística a una edad temprana. Con su talento y su carisma, muy pronto se convirtió en una estrella y un icono popular en todo el país.
Sin embargo, el impacto que tuvo no se limitó a su carrera artística, sino que también se convirtió en un icono queer. A pesar de haber vivido en una época en la que la homosexualidad estaba muy mal vista y reprimida, Lola Flores desafió a las normas de la época y las rompió con su estilo único y su personalidad extrovertida.
Lola Flores, una vida llena de estilo y originalidad
Como hemos dicho, Lola Flores siempre destacó por ser ella misma, inimitable. Con su pelo largo y rizado, sus vestidos flamencos llenos de brillo y sus complementos extravagantes, creó una imagen inimitable que la hizo reconocible en todo el mundo. Pero también destacaba la artista por su personalidad y su rebeldía. Se sabía que tenía un gran sentido del humor y que para ella era muy fácil hacer reír a su público, y también se consideraba una mujer muy inteligente y astuta.
Un icono queer en una época difícil
A pesar de vivir en una época en la que ser gay o lesbiana estaba muy mal visto, «la Lola de España» nunca se conformó con “lo que tenía que hacer”, y desafió a la sociedad del momento con su vestimenta “de hombre” y su maquillaje. Muy pronto se convirtió en un icono queer para muchas personas.
También fue conocida por su apoyo a la comunidad LGTB+. Aunque no se identificaba abiertamente como lesbiana, (algo que se sospecha) siempre mostró su apoyo a la comunidad y defendió sus derechos.
Su legado vive hasta el día de hoy
A pesar de haber fallecido en 1995, Lola Flores sigue siendo un icono muy querido en España y en todo el mundo. Su estilo y su personalidad única siguen inspirando a muchas personas, y su legado sigue vivo en su música y en su carrera artística.
Además, parte de su legado también es el activismo y la valentía que derrochó en vida al desafiar las creencias de lo que se esperaba para su género y sexualidad de su época. A pesar de las dificultades y la represión a la que se tuvo que enfrentar, la artista nunca jamás dejó de ser ella misma y de luchar por sus creencias y sus valores.
Su legado y su influencia continúan siendo reconocidos en la actualidad, y su estilo y su personalidad siguen inspirando a artistas y personas queer de todo el mundo. Lola Flores es un ejemplo de cómo una mujer puede ser fuerte, valiente y auténtica, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración y esperanza para muchas personas.
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