La jugadora de baloncesto norteamericana Brittney Griner ha declarado que planea volver al baloncesto para «dar las gracias» a quienes ayudaron a conseguir su liberación a cambio del traficante de armas ruso Viktor Bout.
El 9 de diciembre, un día después de que el presidente Joe Biden confirmara que Brittney Griner estaba «a salvo» y «de camino a casa», la jugadora de 32 años anunció en Instagram sus planes de volver a jugar en la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA).
Las palabras de Brittney Grinner
Como resultado del «canje» de prisioneros, la baloncestista lesbiana declaró a los medios de comunicación que seguirá jugando la próxima temporada en su equipo, el Phoenix Mercury. Ello, como forma de agradecer a todas aquellas personas que pusieron todo su empeño en que la deportista saliese de la prisión en la que estaba en Rusia. También declaró que le fue muy complicado mantenerse cuerda. Y que el cariño que recibió de los aficionados al baloncesto le ayudó a superar ese mal trago.
No dejó de mencionar a Paul Whelan, un antiguo Marine al que detuvieron en Rusia en el año 2018 bajo una acusación de espionaje. Tras dos años en prisión preventiva, recibió una condena de 16 años de cárcel que aún se encuentra cumpliendo.
La deportista lesbiana tuvo palabras de especial agradecimiento hacia su presidente. De él dijo que fue él quien la ha llevado a casa, y que sabe perfectamente el compromiso que tiene con Paul Whelan, para sacarlo de prisión lo antes posible. Declaró su intención de ayudar en todo lo que sea posible desde sus redes sociales. Y afirmó que espera que todas esas personas que han trabajado de manera incansable lo sigan haciendo.
La sentencia y condena de la deportista
Brittney Griner recibió este pasado mes de agosto una sentencia de 9 años de cárcel en un penal ruso después de que se declarara culpable de un delito de posesión de drogas. Según parece, cuando la registraron en el aeropuerto, se le incautaron varias cargas para vapeadores que contenían aceite de cannabis.
En su juicio, la deportista declaró ante el tribunal que había cometido un error y que nunca tuvo la intención de infringir ninguna ley. Evidentemente, las autoridades rusas hicieron caso omiso.
Desde el mismo momento en el que Griner fue condenada, Estados Unidos presionó para que la deportista volviera a casa y saliese de la cárcel. Hasta hace muy poco, todos los esfuerzos fueron inútiles.
Griner fue trasladada de un centro de detención a la colonia penal IK-2 de Yavas, Mordovia,a unos 480 kilómetros al sureste de Moscú, a principios de noviembre. Los expertos comentaron las duras condiciones a las que se esperaba que se enfrentara, en parte por ser negra, estadounidense y homosexual.
La liberación de Griner ha sido muy celebrada en Estados Unidos y otros países.
Cuéntame, ¿qué opinas tú de esto? ¿Crees que una sentencia tan dura puede haberse dado por esas razones?
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