Seguramente no te sonará, por desgracia, el nombre de Tatiana de la Tierra. A modo de introducción, la misma poetisa se describía como una «lesbiana gorda y ligeramente barbuda. Una latina blanca de origen colombiano. Una pagana carente de culpa católica. Una hedonista que conoce la vergüenza. Me han diagnosticado lupus. Conduzco una camioneta rosa y púrpura. Colecciono piedras. He sido pobre la mayor parte de mi vida. Conocí la riqueza de Gucci bañada en oro durante unos años memorables. Soy escritora».

¿Quién es esta poetisa?

Tatiana De la Tierra nació en Villavicencio, Colombia, en 1961, creció en Miami y murió en Long Beach, California, en 2012. Escribió una literatura feroz, subido de tono y políticamente franca y editó algunas de las primeras publicaciones de lesbianas latinas distribuidas en Estados Unidos y América Latina. Aunque ella misma nunca llegó a formar parte de la corriente literaria en ningún sitio, escribió de y para los escritores de la frontera de todas partes.

Este otoño, una editorial colombiana ha recopilado por primera vez algunas obras en una sola colección bajo el título Redonda y radical. Con un poco de suerte, esto será sólo el comienzo de una larga carrera póstuma.

Su obra en vida

Durante su vida, la poetisa publicó dos libros. El primero fue For the hard ones: Una fenomenología lésbica, descrito como un manifiesto lésbico para bolleras duras, baby bolleras y aspirantes a lesbianas. En 2018 se volvió a publicar una edición bilingüe. Su otro libro, Xia y las mil sirenas, publicado en México en 2009, era un libro infantil sobre sirenas, madres lesbianas y el poder de la familia elegida.

La mayor parte de su obra, sin embargo, la autopublicó durante la década de 2000 en cuadernos de bolsillo bajo el nombre de Chibcha Press y se distribuyó en mano en festivales de música, reuniones de lesbianas y eventos literarios. Algunos de estos cuadernos se inspiraron en las tradiciones editoriales de toda América Latina, como los métodos de la cooperativa Eloísa Cartonera en Argentina, que comenzó a hacer libros hechos a mano con tapas de cartón (cartoneras) tras la crisis económica de 2001. Defensora de la autoedición, De la Tierra reciclaba el papel y recuperaba el cartón, y luego decoraba sus cartoneras a mano, creando obras realmente únicas.

Su forma de escribir era singular, incluso para los estándares actuales. El poema Big Fat P- girl es una descarada letanía de alabanzas a sus genitales, que comienza con «Queen-size c-» y va acumulando más epítetos: un «ballenero de c-«, un crucero, la World Wide Web, un Cadillac, un castillo, un águila, Júpiter, la Biblioteca del Congreso, Disney World y, finalmente, «la Sonora Matancera de C-«. Su trabajo no siempre es tan explícito, pero es persistentemente sexy e hilarante.

También es única en el tratamiento del bilingüismo. Algunos autores utilizan palabras en español sólo cuando no hay un equivalente directo en inglés. Otros optan por cambiar entre el inglés y el español de forma que siga siendo accesible para los no hispanohablantes. Esta poetisa produciría algunas obras sólo en español, otras sólo en inglés y otras en spanglish. Escribía sin concesiones a las fronteras de ninguna lengua o nación.

¿La conocías? Cuéntamelo.