Carole Ruthchild dijo que las mujeres homosexuales no podían salir y abrirse y no recibir una mala respuesta en el pasado en Sidney. Las lesbianas estaban mal vistas si no estaban en compañía de un hombre y se enfrentaban a la violencia cuando rechazaban los avances sexuales, según datos recogidos en un estudio sobre las muertes LGTBQ+ no resueltas.
Graves represalias después de que se despenalizara la homosexualidad en Sidney
Ruthchild, activista desde hace décadas, ha explicado en diferentes entrevistas que en Sidney y en Nueva Gales del Sur el ser homosexual dejó de ser delito en 1984. No obstante, las lesbianas tenían que esconderse todavía debido a que declararse como tal abiertamente podría ser motivo de maltratos y graves represalias. La activista explica que legalmente no tenían que ocultarse, pero si estaban en público, cualquiera podía llamarles la atención e insultarlas. Por supuesto, cualquier persona podía negarles la entrada a un comercio simplemente por su identidad sexual.
Además, no importaba si parecías o no parecías gay, si la gente lo sabía era imposible vivir tu vida abiertamente y sin sufrir insultos o malas caras.
Ruthchild fue la primera testigo de la comunidad lésbica que prestó declaración en la Comisión Especial de Investigación de Nueva Gales del Sur sobre delitos de odio contra el colectivo LGBTQ+. Esta comisión está investigando los delitos históricos de odio contra la comunidad homosexual, en particular la oleada de homicidios por odio a los homosexuales y otros delitos cometidos en Sidney durante la epidemia de sida de la década de 1980.
Parque de Rushcutters Bay
La investigación pone el foco en los incidentes violentos que se sucedieron en esa década en las fiestas del Orgullo de Sidney, donde, según la activista caían personas al suelo por todas partes. La mayor parte de las pruebas presentadas a las autoridades esta semana han estado relacionadas con la violencia contra los hombres homosexuales.
Ruthchild participó en la publicación del innovador informe Off Our Backs en 1992, que detallaba la violencia que habían sufrido las lesbianas. En un ocasión, una mujer de 23 años denunció haber sido atacada por cinco hombres, acuchillada con una botella rota y con graves laceraciones.
En otra ocasión, una joven de 22 años paseaba con su pareja cuando fue acosada verbalmente por un hombre que la llamó «sucia y jodida bollera». A continuación, el hombre le dio un puñetazo en la cara, causándole una conmoción cerebral. Llamó a la policía por el ataque y esperó dos horas a que llegaran antes de marcharse.
Ataques intencionados
Ruthchild también afirma que los ataques a las lesbianas son a menudo más oportunistas que los grupos que van por ahí buscando deliberadamente a los hombres gay para golpearlos. Los hombres se dirigen a las mujeres normalmente de forma sexual, por lo que suelen insistir en eso cuando se dirigen a las lesbianas.
Esto es solo un ejemplo de lo que las lesbianas en los 80 tuvieron que vivir en Sidney, la cuestión es que yo creo que la cosa no ha cambiado tanto. Sí, ya no nos golpean ni nos insultan… ah, no, espera… Sí que lo hacen. ¿Qué harías tú?
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