Por una vez, te traigo una buena noticia con referencia al ejército de Estados Unidos y al colectivo. Dos soldados trans de Fort Leonard Wood, en Missouri, se van a retirar con una rara distinción. Y es que hicieron la transición completa mientras estaban en servicio activo, y serán dados de alta con honor y con pensión completa.
«El servicio trans abierto en el ejército es cada vez más común y aceptado, pero el número de los que son dados de alta con honor en el retiro completo y que hicieron la transición mientras estaban en servicio activo sigue siendo bajo», explica un comunicado de prensa del grupo de derechos LGBTQ+ de Missouri PROMO.
Corrigiendo malas praxis con los soldados trans de gobiernos anteriores
El secretario de Defensa Ash Carter, que sirvió bajo el mandato del presidente Barack Obama, levantó la prohibición del servicio abierto de las tropas trans en 2016. Pero Donald Trump la restableció durante su presidencia, entrando en vigor en 2019. El presidente Joe Biden levantó la prohibición poco después de asumir el cargo en 2021. Las lesbianas podían servir casi sin problema, pero los soldados trans no.
Según Alleria Stanley, una soldado trans destinada en Fort Leonard, se vieron obligados a cuestionarse si para servir en el ejército querían negar quiénes eran con la esperanza de que algún día cambiara. O bien, si simplemente debían servir hasta que eso ocurriera.
Stanley y la sargento de primera clase del ejército Kinzie Maxfield, también mujer trans, participaron el jueves pasado en la celebración del Día de Agradecimiento a los Jubilados de Fort Leonard Wood. Maxfield se retirará el 31 de diciembre. Las dos forman parte del pequeño pero creciente grupo de personas que hicieron la transición en el servicio activo. Se jubilarán con todos los beneficios después de haber sido dadas de baja con honor. Ambos han servido 20 años bajo cuatro presidentes: George W. Bush, Obama, Trump y Biden.
¿Quiénes son estas soldado?
Stanley es técnico de radiología en el Ejército y trabajó como técnico de helicópteros Apache en Afganistán en 2005. Dice que ser una misma de una forma auténtica es muy empoderador y gratificante, y que afecta a áreas de tu vida que se relacionan con ser trans. Es más, uno de sus recuerdos más fuertes de todo su servicio siendo ella misma es el gran número de personas que le han pedido ayuda para salir del armario, para hablarle de alguien en la misma situación o para pedirle consejo.
Por su parte, Maxfield es adiestradora de perros militares que ha estado cuatro veces en Afganistán y ha sido condecorada con el Corazón Púrpura. Afirma que, aunque su servicio actual es maravilloso, antes de salir del armario y hacer la transición temía que la gente la tratara de otra manera. Antes, y ahora, era una gran adiestradora y se desplegaba con los animales como pocos militares lo hacen, y tenía miedo de que eso cambiara. No obstante, todos sus mandos le ayudaron en todo, incluso en la gestión de documentación.
Por suerte, siempre no te cuento historias desagradables en este sentido. ¿Qué te parece? Cuéntamelo.
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