La policía y fuerzas de seguridad del Estado de Qatar arrestan de forma arbitraria a personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y las han someten a malos tratos durante su detención. Eso es lo que se desprende de lo que declara declara Human Rights Watch. Estas personas han declarado que dichos malos tratos sucedieron el pasado septiembre, cuando Qatar hacía los preparativos para acoger la Copa Mundial de la FIFA en noviembre, momento en el que se estudiaba la posibilidad de no hacerlo por el trato del gobierno al colectivo.
Nota personal: Yo no pienso ver el mundial pese a lo mucho que me gusta esta competición por el trato que se da en este país no solo al colectivo, sino a todas las mujeres.
Qatar maltrata, y mucho, a las personas LGTBQ
Human Rights Watch ha documentado seis casos de palizas importantes y repetidas y cinco casos de acoso sexual en dependencias policiales entre los años 2019 y 2022. Las fuerzas de seguridad detuvieron a personas con el único cargo de su expresión de género, intervieniendo ilegalmente sus teléfonos. Como requisito para su puesta en libertad, se ordenó que las mujeres transgénero detenidas asistieran a sesiones de terapia de conversión en un centro de «salud conductual» del gobierno.
Rasha Younes, investigador y portavoz de la asociación pro derechos de lesbianas, gays, trans y personas queer, afirma en un comunicado que mientras Qatar se prepara para acoger la Copa del Mundo, la policía y el ejército detenían ilegalmente y maltraba a estas personas, confiando en que los abusos cometidos por policía y ejército van a quedar impunes. Según HRW, las autoridades deberían poner fin a esta situación de violencia contra lesbianas y demás personas del colectivo de una vez por todas.
Las personas entrevistados por la institución humanitaria son cuatro mujeres trans, una mujer bisexual y un hombre gay Nasser Mohamed, un médico y activista del país que se declaró homosexual, a ayudado a que los afectados se pongan en contacto con la institución.
Detenidos en una celda subterránea
Los afectados afirman que les encerraron en una celda subterránea de Al Dafneh, en Doha. Allí fueron acosados verbalmente y las sometieron a malos tratos físicos, desde bofetadas hasta patadas y puñetazos, en muchos casos, hasta que sangraron. Una mujer llegó a perder el conocimiento. Los agentes de seguridad también infligieron malos tratos verbales, hicieron confesar a la fuerza a los detenidos les negaron el acceso a una defensa, a la familia y a la atención médica. La policía los obligó a firmar compromisos que indicaban que «dejarían la actividad inmoral».
Todos fueron detenidos sin cargos, en un caso durante dos meses en régimen de aislamiento, sin acceso a un abogado. Ninguno recibió constancia de haber estado detenido. Estos actos podrían constituir una detención arbitraria según el derecho internacional de los derechos humanos.
A mi, como siempre te digo, me parece increíble que esto pueda seguir pasando hoy en día, pero lo cierto es que me interesa más saber qué piensas tú. ¿Me lo cuentas?
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