Satoko Nagamura y su novia concibieron a su hijo con esperma donado, pero la nueva legislación de Japón podría prohibir el procedimiento para las parejas de lesbianas y las mujeres solteras.
Desde hace muchos años la donación anónima de esperma ha sido un vacío legal en Japón, sin una ley que la prohíba explícitamente, pero tampoco un marco que la regule. La legislación que se espera presentar este año regularía el procedimiento, incluyendo la protección del derecho de los niños a conocer a sus padres biológicos y la limitación de los receptores de un solo donante.
El problema es que el borrador muestra que la ley sólo autorizaría el proceso para las parejas legalmente casadas, en su mayoría afectadas por la infertilidad masculina.
El problema de la donación de esperma para las lesbianas
Parte del problema que plantea esta ley es que el país nipón no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que las parejas de lesbianas y las mujeres solteras quedarían excluidas.
Para Nagamura, este proyecto de ley significa una vulneración importante de los derechos de las parejas homosexuales porque implica robar la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan tener hijos, especialmente cuando son personas que llevan queriendo dar a luz toda la vida.
Bancos de esperma extranjeros
Las dos mujeres en un principio pensaron en hacer uso de bancos extranjeros antes de acudir a un amigo que se ofreció a darles su esperma. La razón es que su amigo les dijo que quería tener una relación con el niño cuando tuviera la edad suficiente para explicarle todo. Hoy en día, las dos son las madres de un pequeño de 10 meses, al que también cuidan sus perros. Por lo general, las organizaciones que permiten la donación y la inseminación siguen las pautas de la Sociedad Japonesa de Obstetricia y Ginecología, en las que se basa la legislación que está causando tanta polémica en Japón.
Es verdad que estas pautas no son vinculantes, pero sí son lo bastante importantes para que haya médicos que quieran desobedecerlas. Si finalmente esta ley sale adelante, los pocos hospitales del país que permiten a las lesbianas recibir esperma ya no lo harán. Será algo completamente ilegal.
Además, otro temor que tienen las parejas del mismo sexo es que la futura legislación pueda estigmatizar a los bebés que se hayan inseminado artificialmente gracias a la donación de esperma.
Arma de doble filo
Kozo Akino, legislador de la coalición gobernante que participó en la redacción de la legislación, sostiene que los derechos de los niños se protegen más fácilmente con padres legalmente casados y con custodia compartida. Además, afirma que la reproducción asistida puede vulnerar el bienestar de los pequeños, así como que hay médicos que dicen que esta ley podría ayudar a aceptar más el tratamiento.
Keio fue la primera institución médica de Japón en realizar la inseminación de donantes en 1948, pero ya no acepta nuevos pacientes debido a la escasez de donantes que siguió a un cambio de política interna.
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