Pues sí, ya sabemos que a veces en los trabajos hay situaciones de abuso de los jefes hacia los trabajadores. La noticia que te traigo hoy hace referencia a una denuncia que ha puesto contra su jefe una trabajadora lesbiana por preguntarle cómo tiene sexo

El sexo entre lesbianas, objeto de interés de este hombre

Una ex empleada homosexual de una tienda de Vodafone en Escocia fue indemnizada con más de 30.000 dólares por haber recibido preguntas sexualmente inapropiadas en el trabajo.

La mujer, identificada únicamente como Sra. C, demandó a su antiguo jefe, una franquicia de Vodafone llamada Thistle Communications, por discriminación y acoso por razón de sexo y orientación sexual. Dijo que había sido humillada por un gerente que le hacía preguntas sexualmente explícitas, según afirma Yahoo Noticias UK.

Según su denuncia, estuvo expuesta a numerosas conversaciones inapropiadas sobre su orientación sexual, incluyendo la pregunta «¿Cómo tienen sexo las lesbianas entonces, estoy intrigado?» por parte de un alto directivo. La trabajadora se negó a responder, y el gerente insistió tras la marcha de un cliente. 

La Sra. C explicó que el gerente, Bilal Shahid, le dijo: «Me parece estupendo que seas lesbiana, pero no me imagino teniendo esta conversación con un gay». Por si fuera poco, el gerente adjunto, Matthew Graham, comentó su aspecto, diciendo que parecía «normal», lo que le hizo creer que pensaba que su condición de lesbiana era anormal.

Según Yahoo News UK, el tribunal escuchó el testimonio de que Graham comentó «eso es un desperdicio» al hablar de la sexualidad de la Sra. C, dando a entender que le atraía físicamente. 

Homofobia

El gerente le indicó además que le parecía bien que se acostara con quien quisiera, pero que, «cuando se trata de educar a mi hijo, no creo que deba enseñarse ningún material educativo LGTB en las escuelas».

En los dos meses siguientes a su incorporación a la empresa, la Sra. C se dio de baja por enfermedad y permaneció ausente durante varias semanas antes de dimitir al cabo de 15 semanas. Posteriormente, presentó una denuncia por discriminación, acoso y despido improcedente por parte de la empresa. La reacción de la gerencia fue pedirle explicaciones.

Un tribunal laboral de Glasgow dictaminó que el hecho de que la gerencia le preguntara de esa manera por su vida sexual era discriminatorio y que había sido acosada por su género y orientación sexual. Lo tildó de inconcebible.

Como no ocupó el puesto de trabajo durante un periodo suficiente, su demanda por despido improcedente no prosperó.

Antes del veredicto, la Sra. C había declarado sobre el efecto que el acoso tuvo en ella, según Yahoo News UK. «No creo que [mis antiguos empleadores] se hayan tomado en serio el daño que esto ha causado a mi salud mental», dijo la Sra. C. «No me siento segura para volver a un entorno que me ha humillado, me ha alienado y ha hecho que tenga que buscar asesoramiento. Esto me ha costado meses de mi vida».

No sé a ti, pero a mi me sigue pareciendo increíble e inaceptable que estas cosas ocurran en esta época. Las sanciones deberían ser más duras. 

¿Qué piensas tú?