El gobierno de «Nuevas Ideas» del presidente Nayib Bukele parece ignorar el potencial de la educación sexual para fomentar el entendimiento y reducir la violencia contra las minorías sexuales y de género. No se trata de un enfoque innovador, sino de una idea anticuada y llena de prejuicios.
El Ministerio de Educación de El Salvador despidió recientemente al director del Instituto Nacional de Formación Docente y anunció una «reestructuración» de esa institución. ¿El motivo? El Instituto había dado luz verde a un segmento de Aprendamos en Casa -un programa de televisión de educación a distancia iniciado durante la pandemia- que explicaba el concepto de orientación sexual para personas no LGTB y para el colectivo.
Censura en la educación sexual
El ministerio dijo que la información respecto a la educación sexual no se ajustaba a la realidad salvadoreña. Posteriormente, el sitio web del Instituto quedó inaccesible y actualmente muestra un mensaje de error.
El segmento, dirigido a estudiantes de unos 14 años, presentaba animaciones de niños jugando, montando en patinetes y escuchando música. El narrador definía la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad en términos básicos y adecuados a la edad. De hecho, el programa no hacía más que proporcionar la información más elemental sobre las variaciones naturales de la sexualidad humana.
A pesar del intento del ministerio de borrar a las personas lesbianas, gays y bisexuales, éstas forman parte de la realidad salvadoreña. El presidente Bukele lo reconoció cuando, en 2014, se describió a sí mismo como «heteroaliado» y a la lucha por los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) como «la lucha por los derechos civiles de nuestro tiempo.» Además, el Tribunal Supremo sostuvo que la Constitución protege contra la discriminación por orientación sexual desde 2009 y por identidad de género desde 2022.
¿Por qué entonces el gobierno ha decidido censurar información esencial sobre la orientación sexual? Esto no tiene mucho sentido, dado el potencial de dicha educación sexual para reducir los altos niveles de violencia a los que se enfrentan las personas LGBT en El Salvador.
¿Qué dice Human Rights?
En enero de 2021, Human Rights Watch publicó un informe sobre la violencia y la discriminación contra las personas LGBT que limita sus opciones de vida y las lleva a huir de El Salvador. La organización COMCAVIS TRANS constató anteriormente que esta inseguridad también provoca el desplazamiento interno de las personas LGTB. Las personas transgénero son especialmente vulnerables.
La educación sexual integral, a la que los niños tienen derecho, podría contribuir a reducir esta violencia si es apropiada para la edad y está basada en los derechos. Puede dotar a los jóvenes de las habilidades necesarias para desarrollar una visión positiva de las diferentes sexualidades, tanto de las suyas como de las de sus compañeros. Los expertos han constatado que este tipo de educación puede contribuir a prevenir la discriminación y la violencia contra las minorías sexuales y de género.
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