Hay mucho mito y prejuicio sobre los roles en las parejas lésbicas. ¿Quién hace de hombre y quién de mujer? Estas ideas parten de una serie de clichés externos basados en el más puro sexismo y que nos afectan a todos en general, independientemente de nuestra orientación sexual.

Lo masculino y lo femenino

Cuando hablamos de roles, hablamos de las figuras estereotipadas, asignadas socialmente, y que desempeñan ciertas personas o grupos de personas. Es decir, lo que se espera de una mujer es que sea dulce, dócil, delicada, sumisa, bonita, dependiente y siempre femenina. Del hombre, que sea dominante, decidido, fuerte, protector y masculino.  Por lo tanto, cuando esto se traslada a las parejas del mismo sexo, se genera la idea de que cada uno tienen que asumir uno de estos roles. Una idea muy relacionada con el mito de la media naranja: los miembros de la pareja no pueden ser un todo, solo una parte complementaria del otro o la otra.

Es triste tener que reconocer que en la cuarta ola del feminismo, aún sigue presente ese estereotipo de roles en las parejas heterosexuales. La conducta de cada persona en la relación está determinada por ese constructo social tan dañino como es el género. Es un patrón de conducta tan asumido e interiorizado en prácticamente todas las sociedades, que también se encuentra enraizado en las personas que no son heterosexuales. Por eso encontramos clasificaciones tan sexistas como lesbiana ‘femme’ o lesbiana ‘butch’. Una es la dominada y otra es la dominante. Una usa labial rojo y la otra, camisa de cuadros y dr. marteens. La parte masculina es la que se arrodilla para pedir matrimonio y quien se pone el esmoquin en la boda.

Los roles en las parejas lésbicas están interiorizados

Cierto es que librarse de la presión social es muy difícil, aunque hoy día, cada vez con más vehemencia se cuestionan estos roles sexistas. Pero aún hay muchas lesbianas que están influidas por los mitos del amor romántico y buscan a una mujer masculina que le cuide. Porque han interiorizado que una pareja se compone de un elemento que cuida y otro que es cuidado. Otra realidad que no se puede negar es que hay dos grupos de lesbianas: las masculinas y las femeninas, y unas se sienten atraídas por las otras.

Cada una viste y se expresa estéticamente como quiera, evidentemente. Pero cuando estamos hablando de roles de comportamiento, ahí si deberíamos hacer todas un esfuerzo para deconstruirnos. Porque el sexismo nos limita, sobre todo, a las mujeres. Es verdad que los roles en las parejas lésbicas son mucho más relajados porque ambas han sido socializadas como mujeres, así que parten de la misma base. En la convivencia es más fácil que tengan una comunicación más fluida, que se repartan las tareas domésticas, que sean detallistas y colaborativas, etc. Si tú que estás leyendo, tienes una chica que se comporta como un machirulo, huye.

El comportamiento humano es complicado, y la vida en sociedad lo lía todo aún más. Sin embargo, hacerse preguntas y cuestionarse el por qué de los roles en las parejas lésbicas es siempre positivo si aspiramos a ser un poco más libres.

¿Qué piensas tú de todo esto? ¿Estamos demasiado influenciadas por los roles heterosexuales?