Hoy queremos hablar del pocketing. Un nuevo término anglosajón viene a sumarse a todo el catálogo de fenómenos que definen las relaciones tóxicas. Aunque parezcan cosas nuevas, son más antiguos que el hilo negro, ya que personas sin responsabilidad emocional las ha habido siempre. Ahora y en el tiempo de nuestras tatarabuelas. Da igual el nombre que se les ponga, lo importante es que si somos capaces de definirlo, también podremos reconocerlos. Pero al lío, ¿qué es eso del pocketing? Puede que lo hayas sufrido e incluso que lo hayas hecho tú.
El pocketing, un comportamiento cada vez más frecuente
Esta tendencia se puede dar en todo tipo de parejas, desde relaciones nuevas de poco tiempo hasta en algunas más estables y asentadas. Puede parecer que ahora cada vez hay más casos, hasta el punto de tener que inventar un nombre para catalogarlo, pero es una forma de actuar chunga que siempre ha estado ahí. Ahora puede estar favorecida porque las personas tienen relaciones de pareja más cortas, y es más fácil conocer gente nueva y somos más exigentes.
El pocketing es el hecho de ocultar la relación de pareja ante los demás. Hacer como que no sois pareja, vaya. Esto puede ser decidido por las dos partes, o ser algo unilateral, lo cual puede ser realmente doloroso. Supón que estás saliendo con una chica y ella, sea un día puntual, o de forma habitual, prefiere ocultarlo deliberadamente. El pocketing puede darse de formas muy diferentes. Por ejemplo, no queriendo introducirte en su círculo más cercano, no presentándote a su familia a pesar de que vais muy en serio o hacer como que se olvida de presentarte como su chica cuando os encontráis con un compañero suyo de trabajo.
Este comportamiento, que puede crear dolor y confusión, ha existido siempre, pero ahora, al fin, se le ha dado un nombre. Esto está bien para ser capaces de entender lo que pasa y resumirlo con un solo término. A veces, en las relaciones, nos puede costar identificar conductas tóxicas hasta que alguien les pone un nombre y las describe.
Posibles motivos
Es el caso del famoso ‘ghosting’, el ‘breadcrumbing’ o el ‘gaslighting’. Si tu pareja te está haciendo pocketing lo primero es entender por qué. Los motivos pueden ser muchos. Algunos de estos motivos son grandes banderas rojas que nos deberían hacer replantearnos la relación. Otros, dan cierto margen a hablar las cosas y llegar a un acuerdo. Estos son algunos de los más comunes:
- Es una persona que evita el compromiso.
- Mantiene una relación paralela con otra persona.
- Acaba de salir de una relación anterior y todavía está pendiente de esa persona.
- Prefiere no dar explicaciones a su entorno.
- No ha salido aún del armario, y siente presión social con la relación.
- Le gusta la sensación de tener una relación oculta.
Como vemos, las causas pueden ser muchas. Lo más aconsejable es poner el tema sobre la mesa y entender qué está pasando. Si no te convencen para nada las explicaciones, entonces ha llegado el momento de tomar una decisión. Todo dependerá del tipo de relación que tenéis, el tiempo que lleváis y si estás satisfecha con las cosas tal y como están. Lo importante es que te sientas bien a su lado.
¿Te han hecho pocketing alguna vez? Comparte tu experiencia en comentarios.
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