Hace muy poquito he leído un artículo muy interesante acerca de salir del armario, y es de lo que quiero hablar hoy en este blog. Este artículo aborda las implicaciones psicológicas de estar dentro, pero también de salir de él. Lo quiero compartir con vosotras. 

Las implicaciones psicológicas de estar y de salir del armario

Según este artículo, hay varias descripciones posibles de las identidades homosexuales: las del armario, los homosexuales conscientes, gays, lesbianas y los que no se identifican como tal. Esta clasificación hace hincapié en la propia autodenominación. Al salir del armario lo que hacemos es integrar en la medida de lo posible todos los aspectos disociados que hay en el yo. Debemos decidir constantemente si nos revelamos y cómo, es algo que nunca se deja de hacer. 

El salir del armario es un concepto contemporáneo, y es un comportamiento muy complejo. 

Las personas que están en el armario no se suelen reconocer a sí mismas ni a los demás, niegan y esconden sus sentimientos homoeróticos. Lo que sienten es algo tan inaceptable que debe estar fuera de la conciencia y no integrarse en la imagen pública de ellos mismos. Esto significa que debe disociarse del yo y ocultarse a todos los demás. 

Las identidades homosexuales

Cuando todo esto ya no se puede mantener fuera de la consciencia es el punto en el que el individuo se vuelve homosexualmente autoconsciente. Estas personas pueden reconocer para ellos mismos algo, aunque es posible que no quieran mostrarse a los demás aún. Por ejemplo, un homosexual religioso puede elegir una vida de celibato para no integrar en él mismo un problema derivado de la identidad religiosa y sexual al mismo tiempo. 

Los individuos que están conscientemente preparados para actuar según sus sentimientos homoeróticos o para revelar una identidad homosexual a los demás suelen definirse como gays o lesbianas. Ser lesbiana, en contraste con ser homosexualmente consciente, es reclamar una identidad normativa. En otras palabras, definirse como tal suele requerir cierta medida de autoaceptación. Una lesbiana puede elegir salir del armario ante su familia o sus conocidos íntimos. Otras pueden salir del armario con personas que han conocido en la comunidad, pero manteniendo su identidad separada del resto de sus vidas.

Otra identidad homosexual es la del individuo no identificado como gay. Estas personas han experimentado la autoconciencia homosexual, pueden haber actuado sobre sus sentimientos e incluso pueden haberse identificado alguna vez como gays o lesbianas. Sin embargo, a estas personas les resulta difícil, si no imposible, naturalizar sus sentimientos y atracciones hacia el mismo sexo. Aunque reconocen sus sentimientos homosexuales, estos individuos los rechazan y, a pesar de las escasas probabilidades de éxito, pueden incluso intentar cambiar su orientación sexual.

La clasificación anterior de las identidades homosexuales privilegia el papel de la autodefinición. Estas identidades no son mutuamente excluyentes; a menudo se solapan y tienen diferentes motivaciones. Están conformadas por factores individuales y culturales. En consecuencia, cuando los individuos toman conciencia de su homosexualidad, existe una amplia gama de actitudes y respuestas construidas psicosocialmente que pueden desarrollar hacia su propia homosexualidad. Por ejemplo, una homosexualmente consciente puede identificarse inicialmente como lesbiana, pero luego arrepentirse de esa decisión y volver a sus anteriores prácticas de ocultación. Otro puede elegir una identidad, intentar una terapia de «conversión sexual», pero luego decidir aceptar sus sentimientos homosexuales y salir del armario.

Es muy complejo. ¿Qué te parece a ti todo esto?