Hoy en día no es nada raro ver que hay lesbianas y gays que se casan entre ellos, no escandaliza a nadie (bueno, a casi nadie). Es más, para nosotros es un símbolo de lo avanzados y lo modernos que somos en nuestra sociedad. Sin embargo estas bodas lésbicas llevan cientos de años celebrándose como una creencia religiosa que nadie sabe cómo ni cuándo comenzó en algunas comunidades del mundo, como por ejemplo, la de Halakki Okkaliga, en Karnataka.

Estas ceremonias, que no son más que bodas lésbicas, reciben el nombre de Dadduve Maduve y se celebran por todo lo alto con una duración de varios días. En ellas, una de las mujeres hace las veces de novio y otra de novia, y, las dos vestidas con sari son llevadas en procesión como en un baraat al uso, y se siguen todos los rituales de una boda normal. 

Las bodas lésbicas, una tradición muy antigua 

Estas bodas lésbicas se celebran cada año para pedirle a los dioses de la comunidad, más concretamente al dios Indra, que no arroje sobre los fieles lluvias muy intensas que puedan causar destrozos, pero también para que las precipitaciones sean suficientes para no tener problemas con las cosechas. 

Una vez han acabado todos los ritos religiosos y la procesión de la que constan estas bodas lésbicas, es el momento en el que las recién casadas pasan por todos los invitados, que las bendicen. Igual que ocurre en una boda entre hombre y mujer, los asistentes a la ceremonia les dan regalos y en algunos casos dinero. De la misma forma, tras el rito religioso comienza un banquete muy opíparo y después el baile. Estas bodas lésbicas, como ya te he contado antes, se dilatan durante varios días. 

También resulta curioso saber que estas ceremonias tienen lugar en templos sagrados, como el de los dioses Karkivinaya y Kariyamma, que son dos de los más importantes del panteón de la tribu Halakki. Otro rasgo muy característico de estas bodas es que los invitados colocan guirnaldas de paquetes de patatas fritas alrededor del cuello de las recién casadas. No tengo muy claro a qué responde esto, pero lo hacen. 

Cuando acaba la celebración todos vuelven a sus casas, así como las recién casadas. 

A ver, en realidad esto no es más que una boda fingida que se celebra al mismo tiempo que una boda real para pedir a los dioses Halakki que sean benevolentes con la comunidad en cuanto a lluvia se refiere, para que envíen la cantidad justa para que puedan tener una buena cosecha sin sufrir daños. 

Cómo lo veo yo

Las comunidades tribales, o al menos algunas, siempre nos pueden sorprender por lo diferentes que son del mundo (digamos, aunque no es así) civilizado. Son personas con creencias que más bien se basan en la naturaleza que en las convenciones sociales. Me resulta muy curioso el hecho de que estas bodas lésbicas se hagan fingiendo ser un hombre y una mujer. ¿Por qué no usan un hombre y una mujer? 

¿Cómo lo ves tú? Cuéntamelo en los comentarios.