Muchas obras de teatro sobre el Holocausto presentan a adolescentes judíos que llegan a la mayoría de edad a la sombra de los campos de exterminio. Sin embargo, estas obras suelen presentar historias más bien sentimentaloides y redentoras, como la obra de teatro de los años 50 de El diario de Ana Frank. Ponen en primer plano ciertos relatos excluyendo otros, como las experiencias de los homosexuales. Sin embargo, el testimonio oral puede traer estas historias al presente. Y hoy te quiero hablar de una mujer que lo hizo: Margot Heuman.
La historia de Margot Heuman usa el escenario para contar la historia de una manera distinta
Es necesario aportar una óptica diferente a las personas, proporcionar un punto de vista menos sentimental sobre lo que ocurrió durante el Holocausto nazi con lesbianas, gays y todos los miembros de una comunidad que entonces no existía. Por lo tanto, es una buena idea adoptar la visión de alguien mayor de edad, porque supone un contrapunto muy potente a las resabiadas historias de los crímenes durante esta época.
Utilizando las herramientas del teatro documental, se puede presentar al público el relato de una mujer sobre el deseo y la supervivencia queer en guetos y campos de concentración, centrando una perspectiva no estereotipada de la vida en el Holocausto. De esta forma, Margot Heuman invita al público a abandonar sus ideas preconcebidas sobre las historias de los jóvenes de los campos.
La historia que de la que hablamos desafía los supuestos estándar que han dado forma a tantas representaciones del Holocausto. El punto de partida es la historia de Margot Heuman, la primera superviviente judía lesbiana del Holocausto que dio testimonio. A sus 94 años, Margot hoy vive en Estados Unidos.
Una vida en el ghetto
La vida de Margot Heuman es una historia familiar del Holocausto en algunos aspectos, pero contradice las expectativas en otros. Esta mujer nació en 1928 en Alemania, y creció en una familia de clase media en Bielefeld. En 1943, todos fueron deportados al campo de Theresienstadt.
Desde pequeña, Margot sabía que le atraían las mujeres, y en Theresienstadt, experimentó cierta felicidad gracias a la relativa normalidad de la vida en un centro de atención a la juventud del ghetto.
Fue aquí donde Margot conoció a Emma, una chica vienesa, «el amor de su vida». A las dos las deportaron a Auschwitz, Neuengamme y finalmente a Bergen-Belsen, donde fueron liberadas por el ejército británico. Durante el hambre, el frío, los trabajos forzados y la separación de la familia de Margot, la relación sostuvo a ambas adolescentes.
Durante décadas, Margot ha dado testimonio de su encarcelamiento, pero nunca habló del significado real de su relación con Emma, hasta la conversación que mantuvo con una historiadora lesbiana hace unos años.
Toda una vida en una hora
The Life of Margot Heuman recoge la vida de esta mujer en una obra de teatro de una hora de duración. Es una reflexión acerca del primer amor lésbico y cómo se puede mantener en un entorno en el que la vida está en juego constantemente.
Sólo hay dos personajes en la obra: la superviviente Margot y la historiadora Anna y la obra es una conversación entre ellas en la que se muestra cómo Margot cede su historia.
¿La has visto? ¿Qué te parecen estos testimonios?
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