Aunque parezca mentira, la idea de intimar y recibir amor, puede resultar aterradora para muchas personas, que tienen miedo a enamorarse. La mayoría anhelamos el amor, hay quien experimenta emociones muy negativas ante la idea de tener cercanía emocional con alguien. Este temor puede llegar a provocar síntomas físicos como sudoración, náuseas, taquicardia, mareos y todo el repertorio de las crisis de ansiedad.

Miedo a enamorarse, los síntomas

A este miedo se le llama filofobia. En realidad, quien lo sufre, no es que rechace el amor.  En realidad lo desea mucho, pero al mismo tiempo tiene un profundo temor a sufrir y que le hagan daño. ¿Te identificas tú? ¿O conoces a alguien que podría padecerlo? Te contamos un poco más como se expresa este trastorno.

Cuando persona sufre filofobia o miedo a enamorarse, suele adoptar una serie de comportamientos. Cada persona es un mundo, pero estos son los más comunes:

  • En cuanto la relación se va volviendo más cercana, comienzan a volverse evasivas. Se alejan, muestran indiferencia o simplemente dejan de contactar con la otra persona, que probablemente no entienda nada de lo que está pasando.
  • Otro comportamiento muy común es elegir a parejas imposibles o claramente incompatibles. Esto hace que se autoconvenzan de que ellas quieren una relación pero la mala suerte no les permite dar con la persona adecuada.
  • En el periodo de conocer a alguien, ya casi desde el principio, empiezan a buscarle defectos. Es una forma de anular los sentimientos y esa idealización vinculada al enamoramiento.
  • A menudo crean conflictos con la pareja para quemar la relación y provocar que la otra persona decida romper.
  • No se dan el tiempo necesario para conocer a una persona y así evitar estrechar el vínculo. Ponen pretextos como que necesitan tiempo, que el trabajo o los estudios les absorben demasiado, etc.

El origen del miedo a enamorarse

La filofobia o el miedo al amor no surge de la nada. Es un patrón que puede estar provocado por múltiples factores, generalmente experiencias negativas del pasado. Estas son algunas de las posibles causas.

  • Experiencias traumáticas o negativas con otras parejas. Por ejemplo, haber estado en una relación abusiva.
  • Miedo a perder el control en algún aspecto de la vida. Esto suele ocurrir en personas con dificultad para adaptarse a los cambios, que piensan que una relación podría provocar una pérdida de su libertad personal.
  • Haber vivido una niñez junto a unos padres pocos afectuosos.
  • Miedo a rechazo o al abandono. Eso suele iniciarse en la infancia y tiene mucho que ver con el tipo de apego.
  • Haber vivido de forma traumática el divorcio de los padres.
  • Baja autoestima. Estas personas sienten que no merecen amor y se menosprecian ellas mismas. Al mismo tiempo pueden tener un profundo miedo al abandono.

Como te puedes imaginar, intentar una relación con alguien con este conflicto sin resolver, te puede dejar emocionalmente tocada. Las personas que sufren este miedo a enamorarse merecen poder disfrutar del amor, pero antes deben batallar con sus propios demonios internos. Lo mejor es pedir ayuda a un profesional.