Si te has comprometido con tu novia y estáis planeando una boda, ¡felicidades! Es una celebración muy bonita, pero también suele ser muy estresante porque queremos que todo salga perfecto. El estrés se puede incrementar para las parejas LGBT, esto debes saberlo. Encontrarás que todo está dirigido a parejas hetero y esto puede ser un poco desgastante. Para ponértelo más fácil te dejamos algunos consejos que te pueden ayudar a que la organización sea más fácil y tengáis una boda LGBT perfecta, preciosa y sin incidentes.

Seleccionar bien a los invitados

A veces las personas se sienten obligadas a invitar a su boda a personas con las que realmente no les apetece compartir ese momento de sus vidas. No os dejéis llevar por presiones ni por el ‘bienquedismo’ por temor a que alguien se sienta desplazado. Es vuestro día. Y por supuesto, bloqueo total a familiares homófobos en cualquier grado, porque de verdad que un solo comentario inapropiado os puede arruinar el momento. Priorizad vuestra felicidad para que el día sea verdaderamente especial e inolvidable y podáis disfrutar de una boda LGBT perfecta.

Contrata proveedores del colectivo

A la hora de contactar con proveedores es mejor siempre elegir a aquellos que ofrezcan servicios LGTBFriendly. De esta forma os ahorraréis el tener que aclarar todo el rato que sois dos chicas y no correréis el riesgo de tener que escuchar impertinencias o vivir situaciones incómodas.

La boda a vuestro gusto

Este punto es como el de los invitados. La boda es tuya, vuestra, y tiene que ser exactamente como os apetezca. No tiene que ser diferente ni alternativa por el hecho de que seáis dos mujeres. Si queréis una boda clásica de cuento, en la que las dos vayáis de blanco (como la de Samantha Fox y su esposa), adelante. Si queréis una boda campestre, en la playa o inspirada en Bollywood, también. Una boda LGBT no es un estilo en sí mismo, el estilo lo pone vuestra personalidad y vuestros gustos, no la orientación sexual.

Descarta tradiciones que no vayan contigo

Las bodas son una tradición, eso es así, pero si no os apetece seguir el protocolo clásico, no tenéis por qué hacerlo. Saltarse la norma no restará credibilidad a vuestra celebración. No es obligatorio hacer el camino al altar con un aria de Bach, del brazo de vuestro padre. Ni leer unos votos, ni siquiera intercambiar anillos. Algunas parejas del mismo sexo pueden llegar a sentir que deben replicar la tradición de boda heterosexual, para que se parezca más a lo normativo. Hay que deshacerse de esa idea. Si alguien cree que la celebración de vuestro amor es menos real, no debería estar en vuestra boda. Ni en vuestra vida.

Inspírate en otros para una boda LGBT perfecta

Internet está lleno de testimonios e historias de boda de otras parejas de chicas. Toma nota de las vivencias de las demás y déjate inspirar y aconsejar por ellas, en aspectos como proveedores, ubicaciones, fotógrafos…

Resumiendo, para una boda LGBT perfecta hay que centrarse en dos aspectos: fuera homófobos y libertad para elegir.