Imani Rupert-Gordon, de 43 años, es directora ejecutiva del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas (NCLR), que, junto con Kaplan Hecker & Fink, ha presentado una demanda contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis y otros funcionarios estatales para impugnar la reciente legislación de Derechos de los Padres en la Educación de Florida, también denostada como el proyecto de ley «don´t say gay». Rupert-Gordon vive en Oakland, California, con su esposa, y se encuentra en lucha contra la ley LGTBQ de Florida. 

¿Por qué se le llama a la ley LGTBQ de Florida «don´t say gay»?

La NCLR llama a esta ley LGTBQ de esta forma porque es discriminatoria; es muy negativa para el colectivo. Esta ley tan intencionadamente vaga avergonzará y estigmatizará no sólo a los estudiantes LGBTQ, sino también a los estudiantes con padres y familiares LGBTQ, así como a cualquier estudiante que crea y entienda legítimamente que las personas LGBTQ son miembros valiosos de la sociedad. Y no sólo va a estigmatizar a los estudiantes, sino que también va a permitir enterrar la historia y la existencia de las personas LGBTQ – y en un espacio donde los jóvenes creen que están recibiendo una historia y una explicación exhaustiva y completa de cómo funciona el mundo y su lugar en él.

Una ley muy vaga

La legislación se redactó en términos muy amplios y deliberadamente vagos. Y esto fue intencional para gays y lesbianas. El plan de estudios no incluye hablar de la educación sexual en la forma en que debería. Así que eso no es resolver un problema que existe. Pero que los alumnos hagan dibujos de su familia podría considerarse parte del plan de estudios. Si un profesor decide utilizar un lenguaje más inclusivo que el de «madre» y «padre», eso podría considerarse parte del plan de estudios. Un alumno que cuente una historia que mencione a sus dos madres podría considerarse parte del plan de estudios. El lenguaje real del proyecto de ley tendrá un impacto muy negativo para la gente.

… Y problemática para muchos alumnos…

Sabemos que lo que marca la diferencia en la vida de un joven es un solo adulto que confíe en él, que le crea, que pueda estar a su lado. Y esta ley realmente está quitando opciones en las escuelas americanas, porque en las primeras versiones, si un profesor descubría que alguien se identificaba como LGBTQ, tenía que ir a decírselo a sus padres. Y ahora sólo está escrito que pueden decírselo a sus padres. Pero eso también da mucho miedo porque podría impedir que un joven compartiera algo con un profesor al que se siente vinculado.

Como puedes ver, esta ley LGTBQ, al menos en apariencia, puede suponer un problema para la convivencia de alumnos del colectivo. Además, aumentará la vulnerabilidad y la desprotección de los chicos y chicas al no poder contar con un referente que les apoye. Por suerte, en España, aunque hay mucho por hacer, no tenemos este problema, pero quiero que hagas un ejercicio de imaginación. Dime, ¿qué harías tú en este caso?