Annemarie Schwarzenbach es una autora de culto desde hace varias décadas. Pero además fue una gran viajera, reportera, escritora y una mujer valiente que se ha convertido en una figura de culto para el colectivo lésbico. A lo largo de su vida publicó más de veinte títulos, incluyendo poemas, novelas, ensayos, relatos y libros de viaje, además de más de 200 reportajes. Formó parte de una generación entre periodos de guerra que utilizó la literatura como arma de resistencia contra el nazismo.

La fascinante vida de Annemarie Schwarzenbach

Annemarie nació en Zurich en mayo de 1908. Era hija de una familia adinerada, así que en ese aspecto creció entre algodones. Sin embargo, tuvo una relación complicada, de amor y odio, con su posesiva madre. Además, su salud era frágil, aunque esto no le impidió desarrollar una fuerte personalidad que marcaría su vida y sus decisiones. Se doctoró en filosofía en 1927 y tres años después publicaba su primera novela, titulada Los amigos de Bernhardt, una reflexión sobre la superficialidad de la clase burguesa.

Viajó a Berlín, y se sintió conquistada por el bullicio de la capital alemana y su vida cultural. Se hizo muy amiga de los hijos del escritor Thomas Mann, Klaus y Erika, de quien terminó enamorándose, aunque no fue correspondida. En 1933 el partido Nazi ganaba las elecciones y las cosas en Berlín empezaron a cambiar. Así que Annemarie Schwarzenbach (que recordemos que tenía un buen respaldo económico), se marchó a España, junto a la fotógrafa Marianne Breslauer, a hacer turismo por diferentes ciudades.

Se convirtió en reportera para varios periódicos, sin dejar nunca de viajar. De regreso a su Suiza natal, se montó en el Orient-Express camino a Estambul. Desde allí viajó a Siria, Iraq, Persia y Palestina, en un viaje lleno de aventuras, en el que tomó drogas, enfermó, se aficionó a la arqueología y vistió los burdeles más sórdidos y exóticos de oriente medio.

Al regresar, la situación en Alemania era realmente complicada y le propuso a su amigo Klaus que se casase para que pudiese obtener el pasaporte suizo y salir del país. Finalmente, no pudo ser así que más tarde, en 1935 ella misma se casó en Teherán con un diplomático homosexual de nacionalidad francesa. También en Teherán conoció a Yalé, hija del embajador turco, y tuvieron un romance que quedó reflejado en la novela Muerte en Persia. En aquellos años era ya adicta a la morfina, y a pesar de esto se embarcó en un viaje en coche hacia Afganistán con la escritora suiza Ella Maillart. Al regreso de este viaje, jamás volvieron a reencontrarse, pero mantuvieron correspondencia hasta la muerte de Schwarzenbach.

Un trágico y prematuro final

El siguiente destino de Annemarie Schwarzenbach fueron los Estados Unidos, donde pensaban reencontrarse con los Mann. Fue acompañada de su nueva amante, Margot von Opel, heredera multimillonaria del imperio de automóviles. Margot estaba casada, pero a nadie parecía importarle este detalle, y se alojaron los tres en el Hotel Plaza de Nueva York. En ese tiempo conoció a la escritora Carson McCullers que se enamoró de ella y le dedicó su novela ‘Reflejos de un ojo dorado’. Pero este amor no pudo retener a Annemarie, que abandonó el país, estalles rumbo a Londres.

Annemarie Schwarzenbach pasó varias instituciones mentales, donde se le diagnosticó esquizofrenia. En 1939 se internó voluntariamente en una clínica para intentar desengancharse de la morfina. En septiembre de 1942, en Suiza, daba un paseo en bicicleta cuanto tropezó con una piedra y cayó golpeándose fuertemente la cabeza. Unos días después despertó y no pudo reconocer a su madre. Había perdido la memoria, el habla y la movilidad. Falleció un par de meses después, con solo 34 años. Su madre intentó destruir todos sus diarios y sus cartas, pero alguien pudo rescatar algunos documentos que hoy se encuentran en Archivos Literarios de Suiza en Berna.

Thomas Mann la describió como un “bello ángel devastado”, y el tiempo le dio la razón.

¿Conocías la vida de película de Annemarie Schwarzenbach?