Dejar una relación puede ser muy difícil, pero hay que echarle valor, para no quedar como una chunga. Se puede ser una buena ex, claro que sí. Antes de que internet lo gobernase todo, la gente que quería cortar, hacía de tripas corazón y llamaba por teléfono o quedaba en persona para decírselo a la cara. Zanjar las cosas con claridad y aclarar cualquier duda, es muy importante para superar el dolor y pasar esta página del libro de forma sana.
Qué no debes hacer para dejar una relación
Pero ahora, las nuevas tecnologías se han convertido en el escudo perfecto para escurrir el bulto y quitarse ese problema de forma cómoda… y cobarde. Basta con un ‘block’ en redes sociales y listo. ¿Para qué molestarse en dar explicaciones? Si eres una persona mínimamente maja, por favor, no hagas algo así, porque puede provocar un daño muy difícil de gestionar. También puede que te lo hayan hecho a ti y no entiendes por qué te sientes tan mal.
A continuación te explicas algunas formas muy tóxicas, tristemente frecuentes para dejar una relación.
Icing
El icing es lo que hacen algunas personas cuando quieren dejar una relación pero sin decirlo claramente. Simplemente, van distanciándose poco a poco, enfriando la relación como el propio nombre indica. Todo son excusas para no quedar: que si el trabajo, problemas familiares, compromisos aquí y allá… Se trata de personas que no quieren dar el paso de cortar, e intenta pasarle la pelota a la pareja para que sea ella la que tome la decisión. La víctima de este comportamiento, suele sentirse muy decepcionada cuando al fin se da cuenta de la cobardía de su pareja.
Simmering
Este término significa ‘cocinar a fuego lento’ y es una manera de dejar la relación similar al icing en su sutileza, pero con un toque un poco más maquiavélico. Consiste en dejar que la relación vaya muriendo. Se evita quedar, y la comunicación se va espaciando cada vez más. La persona que hace simmering no informa de que quiere cortar para tener tiempo a conocer a otras personas y tener ya un reemplazo para cuando la relación finalice definitivamente. Aquí puede mezclarse la confusión de una posible infidelidad y convertirse todo en una ruptura muy turbia y dolorosa.
Ghosting
Tristemente frecuente, también en el ámbito de la amistad. Sucede cuando dos personas están aparentemente bien, tienen conexión, confianza y cercanía. Pero en cierto momento una de ellas empieza a desaparecer. Es algo más brusco y repentino que el icing. Los contactos se van espaciando y de repente un día estás bloqueada. Es una práctica muy tóxica que deja a la víctima muy confundida y llena de preguntas. Si lo has sufrido, recuerda: no ha sido tu culpa.
Benching
El benching es otro comportamiento, tóxico, cobarde y muy egoísta. Consiste en intentar mantener una persona en el banquillo, como un posible plan B por si el actual falla. Así de rastrero. El procedimiento es similar a los anteriores. Quedáis para una cita, todo va genial, parece que conectáis. Pero después de eso empieza a estar más fría, a dejarte en visto durante más tiempo. Ya creías que te había un ghosting cuando, ¡sorpresa!, reaparece. Y es toda amabilidad y dulzura. Quiere reengancharte para que no te olvides de ella por si acaso. El benching te mantiene en una montaña rusa constante y no te deja sanar heridas.
Estas son algunas formas de no dejar una relación si queremos ser decentes con los demás. Si lo has hecho alguna vez, es el momento de reflexionar qué te llevó a ello. Y si eres la víctima, ánimo, reconocer estos comportamientos te ayudará a estar alerta y entender que no es algo personal.
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