Evidentemente, todas queremos ser una buena novia, y de hecho la mayoría pensamos que lo somos. Sin embargo, nunca está de más un poco de autocrítica, para hacer que nuestra relación funcione mejor. Es verdad que no existe (por desgracia) un libro de instrucciones para saber como vivir. Pero sí hay algunos pilares básicos que son fundamentales para que una relación de pareja sea sana y enriquecedora.

¿Eres una buena novia?

En realidad son conceptos bastante de cajón, pero puede ser que, si los revisamos por separado, caigamos en la cuenta de que no los estamos cumpliendo. Estos son los puntos necesarios para ser una buena novia.

Respeto


El primer paso para mostrar respeto es no intentar cambiar a tu pareja. Si has elegido estar con ella es porque la aceptas tal como es. Es normal que aparezcan conflictos, y no se trata de callarse y no señalar aquello que nos molesta. Se trata de hablar las cosas desde el respeto, con el propósito de llegar a un acuerdo, sin recriminar y empeñarse en llevar la razón. En los momentos de conflicto hay que saber gestionar la emociones para no caer en la ira, en los insultos o en esas frases de las que luego nos arrepentiremos.

Ternura y afecto


A todas nos gusta que nos traten de forma amable, amorosa y cariñosa, y esto es lo que una buena novia le da también a su pareja. Los detalles cotidianos son una gran muestra de afecto que estrechan los vínculos y llenan el día de ternura. Un mensaje inesperado, piropos sinceros, un regalo de sorpresa, besos y abrazos, son pequeños gestos que aportan mucho a la relación.

Confianza mutua


Es un aspecto que le cuesta a muchas parejas, homosexuales y hetero, y, sin embargo, es básico para mantener una relación sana y estable. Si algo te ha incomodado, no te lo guardes, háblalo con tu chica. Si dudas, pregunta, ni se te ocurra invadir su privacidad, porque esto sería entrar en una dinámica de celos y desconfianza, verdaderamente tóxica. Además de delictiva.

Comunicación


La comunicación es otro punto básico en cualquier relación. Hay que ser capaz de manifestar de forma asertiva las cosas que nos disgustan, y también las que nos gustan. Es fundamental que la pareja pueda hablar de todo sin miedo, para poder conocerse mejor, resolver las discusiones de modo constructivo y fortalecer el vínculo. Nunca podemos dar por sentado que ella tiene que saber lo que sentimos o pensamos. Si no nos expresamos, iremos acumulando frustración, que no es un ingrediente nada recomendable para una relación de pareja.

Intimidad


Las relaciones eróticas también hay que cuidarlas, sobre todo después de esos primeros meses de deseo irrefrenable. Los momentos íntimos son cruciales para la pareja, y por supuesto tienen que entenderse desde la empatía, la curiosidad y las ganas de divertirse.

¿Cumples con los requisitos para ser una buena novia? No nacemos aprendidas, y las relaciones son complicadas. Lo importante es seguir mejorando para conseguir un equilibrio que funcione para que las dos forméis un equipo de vida invencible.