Las discusiones de pareja son inevitables, aunque ahora mismo estéis en la fase más intensa del enamoramiento y os parezca imposible. Las relaciones de cualquier tipo presentan discrepancias que hay que resolver. Es algo totalmente natural en las relaciones humanas. Cada individuo tiene su propia forma de entender la vida, su pasado, sus experiencias y su manera de gestionar emociones. El problema aparece cuando esas diferencias provocan un choque tan fuerte que terminan provocando sufrimiento hasta distanciar a la pareja.

Cómo afrontar las discusiones de pareja

En muchos casos la dificultad se encuentra en la mala comunicación. Cuando hay emociones muy intensas, tales como los celos, el rencor o el miedo, es más difícil llegar a un entendimiento. Además, casi siempre tenemos la mala costumbre de discutir para tener la razón o para conseguir que la otra persona vea las cosas como nosotras las vemos. Y ese es mayor error que podemos cometer y la mejor manera de no resolver nunca un conflicto. Aquí te dejamos algunos consejos para afrontar las discusiones de pareja con cabeza y raciocinio.

Dejarlo para más tarde

Normalmente, estalla un conflicto y queremos resolverlo en el momento, justo cuando estamos más ‘calentitas’. Pero estar en un nivel emociona alto suele ser el desencadenante de una tremenda bronca en la que podemos llegar a decir cosas terribles de las que después nos arrepentiremos y que pueden tener consecuencias irreversibles. El bollodrama en su máximo esplendor. Lo mejor es esperar un rato a estar calmada, y después encarar el problema con ánimo de resolverlo y no de reprochar.

Preparación psicológica

Si queremos abordar un tema delicado, hay que tener en cuenta que nuestro punto de vista no va a ser el mismo que el de nuestra pareja. Si iniciamos la conversación teniendo este punto claro, nos vamos a sentir menos frustradas, porque es lo que más o menos nos esperábamos. Las discusiones de pareja no son para convencer, sino para encontrar un punto intermedio, lo que significa que ambas tenéis que ceder un poquito. Puede que este acuerdo no se alcance en una primera charla. No pasa nada, se puede hablar varias veces.

Si ella se altera, posponed la conversación

Si queremos que el diálogo sea productivo, racional y civilizado, hay que tener un ambiente adecuado. A nadie nos gusta tener un conflicto pendiente de resolver y tendemos a querer arreglarlo cuanto antes, pero elegir el momento más encendido puede empeorar las cosas. Si tu chica se altera, invítala a retomar la conversación un poco más tarde.

No sacar trapos sucios

A menudo tendemos a aprovechar las discusiones de pareja para sacar toda una retahíla de reproches de otros aspectos del pasado que no tienen nada que ver con el tema que queremos tratar. Si queremos que la relación sea sana, cada conflicto se debe tratar por separado.

Dejar el orgullo a un lado

El orgullo es lo peor a la hora de resolver problemas. Hay personas que creen que pedir perdón les hace débiles y vulnerables, pero es todo lo contrario. Pedir perdón es de valientes, de personas maduras y con responsabilidad afectiva. A veces, disculparse de corazón es la mejor manera de resolver algunos conflictos.

¿Cómo llevas tú las discusiones de pareja? ¿Eres de las que hacen arder Troya o lo resuelves con madurez?