Las mujeres heterocuriosas son aquellas que se denominan a sí mismas como tal porque se sienten atraídas ocasionalmente por mujeres pero sin dejar de identificarse como heterosexuales. Tampoco se consideran bisexuales, e incluso rechazan reconocerse como tal. Sí admiten que se experimentan deseo sexual por algunas mujeres, pero tienen una orientación claramente heterosexual.
Mujeres heterocuriosas, ¿de verdad existen?
El término heterocurioso o heterocuriosa no está reconocido científicamente. Es decir, no se considera una orientación sexual, es más bien un concepto instalado en el imaginario, con el que algunas personas han decidido sentirse identificadas.
La heterocuriosidad se establece en la edad adulta cuando una mujer quiere explorar relaciones ocasionales con otras mujeres. Muchas de ellas aseguran tajantemente que nunca se enamorarían de una mujer. Y por lo general consiguen dejar fuera el amor en sus relaciones eróticas lésbicas. Por eso hay chicas lesbianas o bisexuales que sufren grandes decepciones al vincularse sexo afectivamente con mujeres heterocuriosas. Otras, simplemente se quedan en curiosidad fantasiosa, sin llegar a llevarlo a cabo. Muchas quisieran dar ese paso, pero algo les frena. La curiosidad y la necesidad de explorar la sexualidad es algo que suele desarrollarse en la adolescencia, cuando las personas todavía están en fase de autoconocimiento. Sin embargo, esta supuesta heterocuriosidad no se da solo en las adolescentes.
Hay mujeres heterocuriosas que incluso se embarcan en relaciones eróticas lésbicas que van más allá de un encuentro esporádico. Y aun así siguen considerándose heterosexuales. Algunas pueden aceptar, en ese momento, que realmente son bisexuales. Otras finalmente se terminan enamorando de su compañera de cama, y descubren una homosexualidad que tenían latente y reprimida.
Prejuicios y patriarcado
A veces esta curiosidad erótica es, efectivamente, la punta del iceberg. Inconscientemente, hay una homosexualidad reprimida debajo, es decir, puede que ella ni siquiera sea consciente de eso. La heterosexualidad obligatoria ha definido sus relaciones y no es hasta el momento que explora y se deja llevar, que reconoce y acepta otra realidad. El problema es que una vez que se ha asumido que los deseos van más allá de lo normativo, hay que hacerse cargo de ello.
Pero para algunas mujeres (y también muchos hombres) es más fácil esconderse detrás de una supuesta hetero flexibilidad. De esta manera una puede seguir encajando en el molde de la heterosexualidad y de vez en cuando dar rienda suelta a la atracción por el mismo sexo, sin caer en la incoherencia. Aunque afortunadamente vivimos en un país muy tolerante con la diversidad, los prejuicios siguen teniendo mucho peso en las personas.
Las mujeres heterocuriosas alimentan las fantasías lésbicas de los hombres heterosexuales. Es decir, a ojos de ellos, pueden resultar más deseables. Y aunque cueste aceptarlo, y se disfrace de falso empoderamiento, la validación masculina todavía determina muchos comportamientos femeninos. Por el contrario, en el mundo lésbico, generan cierta suspicacia, y con razón. ¿Quién querría arriesgarse a pillarse de una chica que ya ha puesto barreras mentales para no sentir nada por ti? Explorar y descubrir está genial, pero siempre con responsabilidad emocional para no jugar con los sentimientos de otras mujeres.
¿Qué piensas tú de las mujeres heterocuriosas? ¿Son lesbianas o bisexuales dentro del armario?
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